Un día como hoy hace 14 años se consumó lo inesperado para la derecha golpista, el retorno de Jose Manuel Zelaya a Honduras de manera sorpresiva y clandestina luego del impedimiento de entrada emitido por el régimen de facto. La Resistencia Popular se convocó a la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se refugió mientras militares golpistas rodeaban la zona impidiendo el avance de los ciudadanos que celebraran el retorno del presidente legitimo.
“¿Quién había dicho que yo no iba a regresar?” fueron las primeras palabras del Presidente Eterno, José Manuel Zelaya, en su retorno a Honduras, quien superó los retenes policiales y la inteligencia militar de todo el país, en su lucha por retornar a Honduras luego ser expulsado por el Golpismo en la madrugada del 28 de Junio de ese año.
El ingreso al país del ahora Coordinador General de LIBRE, burló a la derecha que afirmaba minutos antes de su aparición que se encontraba en un hotel de lujo en Nicaragua y que proximamente viajaría a la ciudad de Nueva York a la Asamblea de las Naciones Unidas. El legitimo Presidente de Honduras se dirigió al país con un sentido mensaje que hizo rodar las lágrimas de los miembros de la Resistencia Popular que hasta ese día, llevaban 86 días en movilización permanente exigiengo la restauración de Zelaya, “Estoy aquí en Tegucigalpa, estoy aquí para la restauración de la democracia”, expresó con una voz sólida.
Pasaron cuatro meses en lo que el ex presidente Zelaya permaneció cercado por ordenes del régimen Golpista y sometido a medidas de tortura, los servicios de energía y agua potable fueron suspendidos en el área donde se ubica la embajada de Brasil, así mismo se impidió el ingreso de alimentos para él y sus seguidores, como el mismo Zelaya narra, comía alimentos que había sido lamida por perros detectives y aparatos israelís que generaban ondas sónicas que producian sangrado de los oídos y dolores de cabeza extremos.

Tuvieron que pasar 12 años para que la vida democratica de Honduras fuese recuperada por el pueblo hondureño, ahora Honduras bajo la administración de la Presidenta Xiomara Castro está desmontando la estructura de la narcodictadura y reconstruyendo el Estado de Derecho para que los Golpes de Estado no se repitan en la historia de Honduras.
