La ahora exconsejera del Consejo Nacional Electoral (CNE), Ana Paola Hall, presentó su carta de renuncia al Congreso Nacional. Pero el documento no solo formaliza una salida: destapa una serie de presiones, amenazas y traiciones internas que desnudan la crisis en el ente electoral y los intereses oscuros detrás de su expulsión.
Salvador Nasralla, candidato presidencial del Partido Liberal, es señalado directamente como responsable de esta salida, por los hechos que ella misma denuncia en su carta. Su “falta”: no prestarse a los intentos del bipartidismo para manipular el proceso electoral y negarse a aceptar la ilegal integración del pleno con solo dos consejeras.
“No me dejan otro camino que facilitar su deseo… la exigencia de la autoridad partidaria y de la Jefatura de bancada”, dice Hall en su carta, donde deja claro que la presión vino desde dentro de su propio partido.
¿POR QUÉ SE VA ANA PAOLA HALL?
Según su carta de renuncia, la verdadera crisis no fue por una diferencia de criterio sobre el TREP, sino por la intención del Partido Nacional y sus aliados de imponer decisiones ilegales en el pleno del CNE. Hall se opuso a ello:
“Haber sostenido públicamente que esa salida es ilegal, que incluso podría agravar el problema, y manifestar que no estoy dispuesta a trascender el límite de la legalidad, ha traído terribles acusaciones de traición. ¿Dónde está la traición? ¿Cuál es la falta cometida? ¿Decir la verdad?”.
Hall denuncia que su integridad como consejera fue atacada por no someterse, y que incluso recibió presiones y amenazas que pusieron en riesgo a su familia:
“La apología del odio iniciada ocasionó la puesta en riesgo de la integridad de mi hija».
También acusa que el marco de independencia del CNE ha sido violentado:
“Se ha irrespetado el marco de autonomía e independencia, se traspasaron todos los límites de respeto y confianza, han realizado ataques sin precedentes a mi persona y a mi familia.”
EL TRASFONDO POLÍTICO: NASRALLA Y EL PACTO CON EL PARTIDO NACIONAL
La salida de Ana Paola Hall no puede desligarse del pacto entre Salvador Nasralla y Nasry “Tito” Asfura, líder del Partido Nacional. Hall no fue funcional a esta alianza y, al negarse a obedecer ciegamente directrices partidarias, fue removida.
“Muchos consideran que la afinidad política de un consejero debe anteponerse al bien superior que son las elecciones. Nunca he concordado en que el consejero pierda su papel de árbitro electoral para convertirse en parte interesada.”
A pesar de años de militancia liberal, Hall fue atacada por “autoridades partidarias” recién llegadas:
“Insólitamente, entre otros, de exigua militancia en el Partido, hoy resultan ser autoridad partidaria, cuestionando agresiva e irrespetuosamente a una liberal íntegra de toda la vida.”
Ana Paola Hall presentó su renuncia “condicionada” a que se nombre a su sustituto o sustituta liberal en el mismo acto de aceptación. Aunque formalmente es una renuncia, el contenido de la carta deja claro que fue forzada por presiones políticas internas.
“Hoy presento mi renuncia CONDICIONADA a que, en el mismo acto de aceptación de la misma, sea electo el sustituto o sustituta liberal.”




