El diputado del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), Jari Dixon Herrera, afirmó con vehemencia que los polémicos audios atribuidos a funcionarios del Consejo Nacional Electoral (CNE) y figuras políticas, independientemente de su autenticidad, son la prueba del descubrimiento de una conspiración que atenta contra la democracia en Honduras.

En declaraciones de carácter formal y directo, Dixon enfatizó que el hallazgo de estos supuestos planes oscuros es lo verdaderamente crucial para su partido.

«Lo importante es que nosotros, los descubrimos», señaló el parlamentario, aludiendo a que los contenidos revelarían intenciones similares a las que, se ejecutaron el 9 de marzo de este año durante las elecciones primarias.

Grave amenaza a la democracia y proceso electoral

El diputado de LIBRE calificó la trama develada en los audios como un «delito de traición a la patria» que busca introducir «caos al proceso electoral». Subrayó que, de no castigarse tales acciones, se incurriría en impunidad, lo cual considera una invitación a la repetición de estos actos.

Dixon Herrera manifestó la profunda preocupación de su partido, indicando que el contenido de los audios donde una consejera conspira con un jefe de bancada de un partido tradicional y efectivos de las Fuerzas Armadas no tiene cabida en la Constitución de la República.

«Querer destruir el proceso electoral no está en la Constitución… La preocupación nuestra es todavía más fuerte porque eso no está en la Constitución», declaró.

Precedentes históricos y alerta de peligro

El representante de LIBRE hizo hincapié en que su partido ya ha sido «víctima de golpes de Estado, de fraudes electorales, y de reelecciones ilegales», razón por la cual no pueden permanecer impasibles ante los planes que, según su interpretación, estaban desarrollando la consejera mencionada y otras figuras.

Además, Dixon criticó duramente a los partidos de oposición, acusándolos de ser capaces de cometer cualquier acción con tal de mantenerse en el poder, incluyendo «robarse unas elecciones y matar a la gente que sale a protestar». Advirtió que la continuidad de esos actores en el poder podría llevar a Honduras a convertirse en «el nuevo Haití en Latinoamérica».

El diputado concluyó reiterando que la verdadera preocupación no radica en debates menores, sino en la amenaza de una conspiración que «sí es grave» y que busca destruir el proceso electoral, lo cual considera una violación directa del orden constitucional.