En una sorpresiva reunión extraordinaria, los cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se reunieron en El Salvador para abordar de manera urgente la situación de la región.
El encuentro, convocado con el único propósito de discutir la preservación de la soberanía, la independencia política y la integridad territorial de los estados miembros, concluyó con un enérgico rechazo a cualquier forma de injerencia externa.
El anuncio se dio a conocer a través de un mensaje en la red social «X» del canciller Gerardo Torres.
La reunión, que tuvo lugar hoy, se centró en dos puntos clave que, según las autoridades, amenazan la estabilidad y la paz regional.
En primer lugar, los cancilleres discutieron la situación actual que vive Venezuela, un tema de constante preocupación en la política latinoamericana.
Aunque no se dieron detalles específicos sobre las deliberaciones, la mención del país caribeño subraya la sensibilidad del contexto geopolítico y la necesidad de una postura unificada de la CELAC.
El segundo punto, y posiblemente el más alarmante, fue la presencia de barcos de guerra, específicamente destructores con capacidades nucleares, de los Estados Unidos en aguas del Caribe y Latinoamérica.
La llegada de estas embarcaciones ha generado un profundo nerviosismo en la región, y la CELAC ha decidido tomar cartas en el asunto, condenando la presencia militar como una amenaza directa a la paz.
Amenaza externa
El canciller Torres, quien actuó como representante en la reunión, destacó la importancia de un frente común ante lo que se percibe como una escalada de tensiones.
La declaración de la CELAC no solo busca defender la autodeterminación de los países miembros, sino también enviar un mensaje claro a las potencias extranjeras de que la región no tolerará acciones que desestabilicen su entorno político y social.
La reunión, que ha sido calificada como un paso crucial para la diplomacia regional, se reanudará el próximo jueves 4 de septiembre.
Se espera que en el próximo encuentro se profundicen los debates y se tomen decisiones más concretas sobre cómo enfrentar los desafíos mencionados, reforzando así la posición de la CELAC como un bloque de defensa de los intereses latinoamericanos y caribeños.
La reunión de la CELAC demuestra un esfuerzo coordinado de los países de América Latina y el Caribe para crear un frente común y rechazar la injerencia externa.
El enfoque de la reunión en la soberanía, la independencia política y la integridad territorial subraya la importancia de la autodeterminación de los pueblos.
