«La guerra comercial y la guerra arancelaria no tienen ganadores, y el proteccionismo no conduce a ninguna parte», indicó la cancillería China.
China advirtió a la Administración de Donald Trump que no reavive la tensión comercial en medio de una frágil tregua alcanzada el pasado junio en Londres.
El presidente estadounidense notificó a sus socios comerciales que aplicará aranceles más altos a partir del 1 de agosto. La medida se produce tras haber retrasado todas las tarifas impuestas en abril —excepto un 10%— con el fin de dar tiempo a los países afectados para alcanzar nuevos acuerdos con EE.UU.
En particular, China, a la que se le impusieron aranceles superiores al 100%, tiene hasta el 12 de agosto para llegar a un acuerdo con la Casa Blanca para evitar que Trump restablezca restricciones adicionales.
A través de un comunicado publicado en el periódico del Partido Comunista Chino, el gobierno del gigante asiático denunció el uso de aranceles como “chantaje y coerción” y advirtió que esa vía no resolverá las disputas económicas.
“El abuso de aranceles por parte de Estados Unidos es una práctica típica de intimidación unilateral, que ha tenido un grave impacto en el orden comercial internacional y debe ser firmemente rechazada”, subraya la columna oficial.
La vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Mao Ning, también reafirmó la postura del país:
“La guerra comercial y la guerra arancelaria no tienen ganadores. El proteccionismo no conduce a ninguna parte”, afirmó durante una conferencia de prensa.
UN ESCENARIO GLOBAL EN TENSIÓN
El anuncio de Trump no solo afecta a China. El exmandatario republicano declaró que impondrá un arancel del 10% a todos los países que, según él, estén alineados con políticas «antiestadounidenses» promovidas por los BRICS, el bloque económico liderado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, al que recientemente se unieron Egipto, Irán y Emiratos Árabes Unidos.
“Cualquier país que se alinee con los BRICS pagará un arancel adicional del 10 %. No habrá excepciones”, publicó Trump en su red Truth Social.
La portavoz Mao Ning respondió con firmeza, defendiendo la legitimidad y el papel global de los BRICS:
“Los BRICS no son un bloque de confrontación. Promueven apertura, inclusión y cooperación mutuamente beneficiosa. No atacan a ningún país”, recalcó.
La nueva ofensiva comercial de Trump llega en un momento de alta sensibilidad para la economía internacional, marcada por la inflación, interrupciones en las cadenas de suministro y un reacomodo del orden económico global impulsado por el auge del bloque BRICS.
Expertos advierten que la estrategia arancelaria podría desatar una nueva guerra comercial de consecuencias imprevisibles, debilitando aún más el sistema multilateral de comercio.
