Claudia Sheinbaum de 61 años, se convierte en la primera mujer Presidenta de México.
Sheinbaum es licenciada en Física por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y posee una extensa carrera política. Su trayectoria comenzó en el año 2000, cuando fue nombrada secretaria de Medio Ambiente en el gobierno de Ciudad de México bajo la administración de López Obrador. Más tarde, entre 2015 y 2017, ocupó el cargo de alcaldesa de Tlalpan, en Ciudad de México. En 2018, fue elegida jefa de gobierno de Ciudad de México, nuevamente bajo la presidencia de López Obrador.
Ideología y Propuestas
Sheinbaum se identifica ideológicamente con la izquierda política. Aboga por un «México plural, diverso y democrático». Su partido, Morena, tiene como objetivo fundamental la erradicación de la corrupción, la impunidad y el abuso de poder, así como el enriquecimiento desmedido de unos pocos a expensas de la mayoría.
Morena se fundó con el propósito de combatir este sistema opresivo, bajo la convicción de que solo el pueblo organizado puede salvar a la nación. Durante su campaña electoral, Sheinbaum ha subrayado la necesidad de reformar el Poder Judicial y fortalecer la Guardia Nacional para enfrentar la inseguridad y la violencia. En el ámbito económico, propone la creación de numerosos parques industriales y una estrategia para relocalizar sectores clave del país.
Entre sus objetivos como Presidenta, Sheinbaum planea llevar servicios básicos como agua corriente y electricidad a las zonas más remotas del país, ampliar las carreteras e infraestructuras y promover políticas de transición ecológica.
El Significado de una Mujer Presidenta
El hecho de que Sheinbaum sea la primera mujer Presidenta de México, tiene un profundo simbolismo, especialmente considerando que durante los primeros tres años del mandato de López Obrador se reportaron 11,852 feminicidios. Los expertos señalan que Sheinbaum se ha convertido en un referente para las mujeres y que existe una gran expectativa entre los grupos feministas respecto a las políticas que implementará en beneficio de las mujeres como jefa de Estado.
Su llegada al poder no solo representa un avance histórico en términos de igualdad de género, sino que también marca el inicio de una era con potencial para realizar cambios significativos en la lucha contra la violencia de género y en la promoción de los derechos de las mujeres en México.
