Graves denuncias sobre la intervención de maras y pandillas en el reciente proceso electoral han sacudido el panorama político hondureño.

Testimonios difundidos en redes sociales y medios de comunicación locales señalan que estos grupos criminales habrían operado en zonas de alta conflictividad en ciudades clave, presuntamente para coaccionar a votantes y forzar el apoyo a candidatos específicos del Partido Nacional y el Partido Liberal.

La evidencia apunta a un patrón de intimidación y violencia en varios puntos neurálgicos, lo que podría haber comprometido la libertad del sufragio en territorios controlados por estos grupos: .

  • San Pedro Sula (SPS): En áreas de alta conflictividad, se reportó que miembros de estas estructuras habrían obligado a ciudadanos a votar por el candidato a la alcaldía del Partido Liberal y por el aspirante presidencial del Partido Nacional. Estos señalamientos fueron parte de los testimonios recogidos en una protesta pública en el parque central de SPS y ampliamente difundidos.
  • Villanueva, Cortés: Candidatos a cargos de elección popular en este municipio también denunciaron haber sido objeto de coacción por parte de pandillas para favorecer a los mismos partidos (alcalde liberal y candidato presidencial nacionalista).
  • Territorios Conflictivos (Nivel Nacional): Se extendió la denuncia de que, en diversas zonas con presencia criminal, se emitieron amenazas y coacciones directas a votantes para que se abstuvieran de apoyar al partido Libre, el principal opositor, lo que sugiere un esfuerzo coordinado para impactar el balance de poder.
  • Comayagüela: La noche del 29 de noviembre, se reportaron agresiones físicas y verbales contra representantes de mesas electorales (MER) que no pertenecían a los partidos Nacional y Liberal. Estos incidentes, ocurridos en varios barrios, intensificaron el clima de tensión post electoral.

La gravedad de las denuncias contrasta con la falta de una investigación profunda o de un pronunciamiento contundente por parte de actores clave, lo que ha generado una ola de interrogantes en la sociedad civil y el ámbito periodístico.

Incertidumbre política y criminal

  • ¿Pacto Político? La pregunta central que persiste es quién, o qué estructuras dentro de los partidos, pactó o negoció con estas organizaciones criminales para obtener una ventaja electoral ilícita.
  • Efecto de Anuncios Políticos: Se debate si el anuncio del posible regreso del expresidente Juan Orlando Hernández (JOH) al país, o su influencia indirecta, pudo haber envalentonado o facilitado la participación más abierta de estas estructuras en el proceso comicial.
  • El Silencio Mediático: Existe una crítica profunda hacia ciertos medios de comunicación por el silencio o la falta de profundización en un tema tan delicado y que forma parte integral de la legitimidad del proceso electoral.
  • Informes de Misiones: Las misiones de observación internacional han sido cuestionadas sobre qué proceso de verificación observaron que les impidió incluir estos graves hechos en sus informes oficiales, dada la amplia difusión de las denuncias en las comunidades afectadas.

Crítica a la sociedad civil

Finalmente, un elemento de profunda decepción es el silencio de ciertas organizaciones de sociedad civil que, tras pasar años denunciando al gobierno anterior por posibles fraudes, ahora callan ante las evidentes denuncias de coacción y fraude que favorecerían a los mismos grupos que defendieron en el pasado. Esta doble moral subraya la polarización y la selectividad en la defensa de la transparencia electoral en el país.


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