¿Qué es, y cuál es el objetivo de la comisión de «Cero Deforestación 2029?
El Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNDS) de Honduras, liderado por la Presidenta Xiomara Castro, decretó el estado de emergencia ambiental de los bosques y aprobó la estrategia «Cero Deforestación al 2029». Esta iniciativa busca proteger las áreas forestales y zonas productoras de agua, con un presupuesto creciente que suma 19 mil millones de lempiras hasta 2029.
Se ordenó reformar el Código Penal para endurecer penas por delitos ambientales y se instruyó a las Fuerzas Armadas (FF.AA) y la Policía Nacional de Honduras a tomar medidas estrictas contra actividades ilegales que dañan el medio ambiente. Además, se creará una comisión para supervisar la implementación de la estrategia, con la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (SERNA) a la cabeza, y se establecerán incentivos para la protección y reforestación de áreas deforestadas.
Primera Resolución del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad.
1.- Declarar el estado de emergencia Ambiental de los bosques de Honduras, la defensa de las áreas protegidas y zonas productoras de agua.
Esta medida busca fortalecer la defensa de las áreas protegidas y las zonas productoras de agua, que son vitales para la biodiversidad y el suministro de recursos hídricos. La declaración implica la implementación de acciones urgentes para combatir la deforestación, la tala ilegal y otros daños ambientales que amenazan estos ecosistemas críticos. Además, se enfocará en la restauración y conservación de los bosques, la protección de la fauna y flora nativas, y la promoción de prácticas sostenibles que aseguren la preservación de estos recursos naturales para las futuras generaciones.
La importancia de cuidar nuestras áreas protegidas y zonas productoras de agua.
La importancia de cuidar nuestras áreas protegidas y zonas productoras de agua radica en su papel fundamental para la conservación de la biodiversidad y el equilibrio ecológico. Estas áreas son refugios esenciales para una gran variedad de especies de flora y fauna. Además, contribuyen a la regulación del clima y la captura de carbono, lo que ayuda a reducir los efectos del cambio climático. La protección de estos ecosistemas es vital para mantener la salud de nuestros recursos naturales.
Los beneficios de proteger estas zonas son múltiples. En primer lugar, aseguran el suministro de agua potable para las comunidades locales, ya que los bosques y las áreas protegidas actúan como esponjas naturales que capturan y almacenan agua. Esto es importante en regiones donde el acceso al agua es limitado.
Además, estas áreas proporcionan oportunidades para el ecoturismo y actividades recreativas, lo que puede generar ingresos económicos sostenibles y empleo para las comunidades circundantes. La preservación de estas zonas también contribuye a la resiliencia frente a desastres naturales, como inundaciones y deslizamientos, al mantener la estabilidad del suelo y prevenir la erosión.

