A escasos días del proceso electoral, la oposición política en Honduras ha anunciado que se autoconvocará a sesiones legislativas el próximo martes 30 de octubre, en una acción que muchos consideran un claro intento de boicot político y de generar crisis e inestabilidad en el país.

Durante los últimos cuatro años, la oposición ha mantenido una postura obstruccionista dentro del Congreso Nacional, bloqueando sistemáticamente la aprobación de leyes y reformas orientadas a mejorar las condiciones del pueblo hondureño. 

Proyectos de desarrollo social, medidas económicas y reformas institucionales han sido paralizados debido a su falta de voluntad política y su interés en mantener el conflicto como herramienta de manipulación electoral.

La nueva autoconvocatoria, realizada al margen del procedimiento legislativo regular, evidencia nuevamente la estrategia de confrontación de los grupos opositores, que buscan crear un ambiente de caos e incertidumbre en vísperas de las elecciones nacionales.

Esta acción, más que un acto de responsabilidad democrática, representa un intento de desestabilizar el orden institucional y desviar la atención del verdadero propósito que debería unir a todas las fuerzas políticas: el bienestar y la estabilidad del pueblo hondureño.