A tres años de haber asumido el poder el gobierno del Partido LIBRE, liderado por la presidenta Xiomara Castro, consolida su gestión con logros que marcan un giro histórico frente a la dictadura de 12 años y 7 meses.

Por primera vez en más de una década, Honduras muestra avances sostenidos en inversión pública, reducción de la pobreza y apoyo a sectores clave como salud, educación y agricultura, rubros que permanecieron abandonados durante las administraciones anteriores del bipartidismo.

Uno de los datos más contundentes es la reducción de la pobreza del 73.6% al 62.9%, lo que representa un avance significativo en un país históricamente golpeado por la desigualdad.

Este logro va de la mano con un crecimiento económico sostenido: el Producto Interno Bruto (PIB) pasó de 2.5% a 3.8%, con repuntes importantes en sectores como la construcción (+6.6%) y hoteles y restaurantes (+12.3%), dos áreas clave para la recuperación económica postpandemia.

En el plano fiscal, el incremento en ingresos corrientes del Estado también habla de una mejora en la administración pública: se pasó del 6.32% al 11.05% del PIB, lo que ha permitido financiar programas sociales sin aumentar el déficit fiscal de forma alarmante (bajando de -4.2% a -2.2%).

Pero uno de los logros más palpables es la apuesta por la educación y salud pública. Desde 2022, el gobierno de Xiomara Castro ha realizado aumentos salariales cada año para maestros y personal sanitario, algo que no ocurría desde antes de 2010. Además, por primera vez en más de una década, se construyen hospitales públicos: 8 nuevos centros de salud ya están en ejecución, frente al total abandono de este rubro entre 2018 y 2021.

En infraestructura educativa, el cambio también es notorio. Mientras en el pasado ni siquiera existían registros de inversión, el actual gobierno ha intervenido 5,000 centros escolares en todo el país, rehabilitando espacios críticos para la enseñanza pública.

Asimismo, la presidenta ha relanzado el subsidio a los combustibles, congelando el precio en 10 lempiras por galón y ampliando el acceso a energía eléctrica gratuita a 850 mil hogares, medida nunca antes implementada en gobiernos anteriores.

En el campo, otro de los sectores históricamente marginados, el presupuesto para agricultura casi se duplicó: de 4,045 millones de lempiras en 2021, pasó a 7,574 millones en 2024. Esto ha permitido revertir años de caída, logrando un crecimiento del 1.2% en el sector agrícola, que antes registraba cifras negativas.

“Después de más de una década sin inversión pública real, hoy tenemos un gobierno que destina recursos donde más se necesitan: salud, educación y campo”, afirman analistas económicos que dan seguimiento a la evolución de estos indicadores.

Aunque los desafíos siguen siendo grandes, las cifras muestran una administración que ha priorizado la justicia social y la inversión estratégica, bajo una visión que rompe con las políticas neoliberales del pasado. A cuatro meses de las elecciones generales, el gobierno de LIBRE llega con resultados que, al menos en papel, representan una mejora tangible en la vida de millones de hondureños.