
Durante su visita de tres días en Honduras, la Delegación Internacional Progresista, bajo la coordinación de la Internacional Progresista, concluyó su estancia anunciando su fuerte oposición a las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (Zedes).
Además, expresaron su respaldo al Gobierno Solidario liderado por la Presidenta Xiomara Castro, detallando acciones concretas para fortalecer la resistencia contra lo que denominaron «neocolonialismo corporativo».
La delegación afirmó que las Zedes son como un atropello autoritario a los derechos fundamentales del pueblo hondureño, denunciando el interés egoísta de corporaciones extranjeras. Con firmeza, llamaron a las Zedes por su «verdadero nombre», destacando que representan una violación criminal de la soberanía hondureña y de los derechos sociales, económicos y ambientales de sus ciudadanos.
Subrayando la amenaza que estas zonas representan no solo para Honduras, sino para toda América Latina y el Caribe que buscan desafiar el colonialismo corporativo, la delegación se comprometió a construir un movimiento internacional de resistencia por Honduras. Convocaron aliados globales, expresaron su apoyo a la Presidencia pro-témpore de la CELAC y respaldaron al Gobierno de la Presidenta Xiomara Castro en su esfuerzo por impulsar una nueva agenda por la soberanía latinoamericana.
Además, la delegación propuso difundir el espíritu de resistencia por todo el mundo, aprendiendo del ejemplo del Gobierno en resistencia de la Presidenta Xiomara Castro. El diputado de Libre, Ramón Barrios, proporcionó una explicación detallada sobre la derogación de la ley que daba vida a las Zedes, destacando la necesidad de proteger la integridad constitucional.
El vicecanciller Gerardo Torres dio por concluida la visita, destacando la serie de foros y discusiones que permitieron entender más a fondo las implicaciones de las Zedes. Enfatizó cómo, a pesar de su denominación aparente de «zonas de desarrollo especial», estas áreas representan, en realidad, un preocupante ejemplo de «colonialismo corporativo», refiriéndose a la entrega del territorio nacional a intereses trasnacionales por pedazos. La delegación se despidió con la certeza de que la resistencia y el diálogo internacional continuarán en los días, meses y años por venir.
