En las últimas semanas, Honduras ha enfrentado una preocupante situación debido a la alta contaminación del aire, especialmente en el Distrito Central, poniendo en peligro tanto a la población como a la fauna y flora del país.

Las plantas están sufriendo graves daños en sus tejidos, lo que afecta su capacidad para realizar la fotosíntesis. Esta incapacidad para absorber dióxido de carbono y liberar oxígeno no solo reduce su capacidad de crecimiento y productividad, sino que también tiene un impacto negativo en el medio ambiente general.

El ministro del Instituto de Conservación Forestal (ICF), Luis Soliz, señaló que «Los animales más expuestos son las aves, sobre todo las que tienen distribución en la ciudad». Los animales, en general, pueden sufrir problemas respiratorios debido a la inhalación de contaminantes como el ozono, los óxidos de nitrógeno y el dióxido de azufre.

Ante esta grave situación, la Presidenta Xiomara Castro y el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad han decretado el estado de emergencia ambiental de los bosques y aprobado la estrategia «Cero Deforestación al 2029». Esta iniciativa busca proteger las áreas forestales y zonas productoras de agua, con el fin de crear una Honduras más verde y libre de contaminación ambiental.