El alcalde de San Pedro Sula, Roberto “El pollo” Contreras, realizó ayer una manifestación en el Palacio Municipal pero, en lugar de ser un momento de unidad la actividad quedó marcada por la ausencia de Salvador Nasralla, candidato presidencial por el Partido Liberal de Honduras (PLH).
Y por el escándalo que involucra a su yerno, Steve Fajardo, acusado de desviar más de 45 millones de lempiras de la alcaldía mediante contratos irregulares de infraestructura.
Los únicos aliados visibles durante la movilización fueron Jorge Cálix, diputado del Partido Liberal con historial de derrotas electorales y señalamientos de corrupción, y la vicepresidenta del Partido Liberal que decidió respaldar a Contreras.
La imagen final fue la de un “pollo” políticamente desplumado, rodeado de figuras cuestionadas y sin apoyo sólido.
En una entrevista reciente, un periodista consultó a Nasralla sobre las acusaciones contra Roberto Contreras, a lo que él respondió que «no mete las manos al fuego por nadie».
Sus palabras reflejan que Contreras no tiene respaldo ni del candidato presidencial de su propio partido, dejando a la vista su aislamiento político.
LA CORRUPCIÓN DEL YERNO DE CONTRERAS
El Ministerio Público (MP) señaló que Fajardo participó en la adjudicación irregular de 33 contratos de infraestructura, que provocaron un perjuicio de más de 45 millones de lempiras a la municipalidad.
Los contratos fueron fraccionados para evadir licitaciones, se aprobaron pagos sin que las obras estuvieran listas y parte del dinero se movió a cuentas vinculadas a familiares y terceros.
Este caso se suma a otros escándalos que han marcado la historia reciente del Partido Liberal, recordando situaciones de alto perfil como la de Yani Rosenthal.
Las autoridades estadounidenses condenaron en 2017 a Rosenthal, un prominente empresario y expresidente del PLH, a 36 meses de prisión por participar en transacciones de dinero proveniente del narcotráfico, señalando su empresa como una red de lavado de activos
El caso Rosenthal, que también involucró a su padre y a su primo (quien fue ministro de Inversiones), evidenció la supuesta infiltración del crimen organizado en sectores de la élite política y económica del país.
