En un esfuerzo por devolver la soberanía y seguridad hídrica a las comunidades, el Gobierno de la presi Xiomara Castro ha establecido como objetivo la declaración de más de 100 microcuencas como zonas de protección forestal.
Este ambicioso proyecto cuenta con el respaldo y acompañamiento del Programa Presidencial Padre Andrés Tamayo.
Las declaratorias, emitidas oficialmente por el Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre (ICF), buscan mejorar la gobernanza comunitaria y la sostenibilidad de los recursos hídricos en alrededor de 300 comunidades, beneficiando a más de 400 mil habitantes.
Luis Soliz, director del ICF, destacó la importancia estratégica de las áreas seleccionadas para la declaración, priorizando la inversión en el sector forestal en lugares donde el agua tiene un valor significativo.
«Vamos a declarar más zonas de protección forestal que beneficien a diferentes comunidades. Estamos trabajando en alrededor de 325 microcuencas, beneficiando a dos millones de personas directa e indirectamente», afirmó Soliz.
Este enfoque de sostenibilidad implica la participación activa de las comunidades en la protección de sus zonas productoras de agua.
Se llevan a cabo diversas acciones, como la siembra de semillas, la instalación de viveros y plantaciones, entre otras iniciativas orientadas a la preservación del entorno.
En el marco de acuerdos de declaratoria, más de 100 microcuencas se encuentran en proceso de participación y consulta con las comunidades, marcando los límites y estableciendo procesos de rotulación.
Muchas de estas microcuencas han estado olvidadas durante años, sin actividades de seguimiento en términos de protección forestal.
Además, las gestiones centradas en la participación comunitaria benefician a más de dos millones de personas, mediante intervenciones ambientales y acuerdos orientados a la protección de estas áreas vitales.
En paralelo, se realizan actividades de prevención y protección, que incluyen la vigilancia y manejo de la regeneración natural de pino y bosque latifoliado en más de 17,000 hectáreas.
El Gobierno también ha impulsado la producción de plantas, con más de cinco millones cultivadas en 141 viveros comunitarios.
El Gobierno de Honduras, a través del ICF y con el respaldo del Programa Padre Andrés Tamayo, demuestra su compromiso con la preservación ambiental, la seguridad hídrica y el bienestar de las comunidades, promoviendo acciones para combatir incendios forestales y fomentar la reforestación en todo el país.
