El panorama político hondureño se enriquece y, según el diputado Marco Eliud Girón del partido Libertad y Refundación (LIBRE), su institución política se fortalece.

La reciente renuncia del vicecanciller Tony García, quien se separó de su cargo argumentando diferencias en la política exterior del gobierno de la presidenta Xiomara Castro, ha desatado una serie de reacciones que, para LIBRE, no son más que una reafirmación de su poder y crecimiento.

Girón, con una postura firme y directa, minimizó el impacto de la partida de García, afirmando que «no estorba el que está y no hace falta el que se va», sugiriendo que su salida obedece a un mero «cálculo político» de cara a las próximas elecciones generales de 2025.

El diputado recordó que García llegó al poder a través de un «paquete» del Partido Salvador de Honduras (PSH), liderado por Salvador Nasralla.

Girón señaló que, así como García, otros funcionarios provenientes de esa fuerza política, como Pedro Barquero y Manuel Matheu, también han abandonado sus puestos.

En un tono crítico, el legislador sugirió que estos políticos «se van a donde pertenecen», insinuando un regreso a sus orígenes políticos.

Además, Girón especuló sobre las verdaderas motivaciones de García, mencionando la posibilidad de amenazas de perder su visa estadounidense o de ser incluido en la controvertida «Lista Engel«, a la que tildó de ser un «arma de presión política«.

La renuncia de García, que él mismo vinculó a la solidaridad del gobierno hondureño con Venezuela, fue calificada por Girón como una excusa.

El diputado cuestionó la temporalidad de la decisión, preguntando: «¿Por qué no renunció hace un año que fue declarado presidente Nicolás Maduro? ¿Por qué lo hace hasta ahora?».

Esta pregunta retórica refuerza la tesis de que la renuncia no está motivada por principios ideológicos, sino por intereses personales y proyecciones electorales.

Además, Girón hizo referencia a acusaciones de tráfico de influencias contra García, basadas en un  tweet del Secretario de Energía, quien señaló que el exvicecanciller usó su cargo para favorecer un contrato que nunca entró en operación.

Este señalamiento no solo pone en entredicho la ética de García, sino que también sugiere una purga necesaria dentro de la administración.

Sin embargo, el punto central del mensaje de Girón no es la salida de García, sino el fortalecimiento de LIBRE. El diputado celebra que, mientras un funcionario se va, cientos y miles de nuevos líderes se suman al proyecto del partido.

En este sentido, Girón dio una calurosa bienvenida al diputado Rolando Barahona, quien recientemente se unió a las filas de LIBRE tras dejar el Partido Nacional.

La incorporación de Barahona, diputado por Comayagua con una considerable base de votantes, es presentada como un golpe de timón que suma «miles de votos nacionalistas» al proyecto de LIBRE.

Este movimiento, según la retórica del diputado, es una muestra del dinamismo y la capacidad de convocatoria del partido gobernante.

Girón concluyó su intervención con un mensaje de unidad y proyección.

Anunció que también se ha sumado a las filas de LIBRE el candidato a vicealcalde del Distrito Central, quien formó parte de la fórmula de Eliseo Castro, junto con excandidatos a diputados del Partido Liberal.

Estas adhesiones son presentadas como un claro indicio de que «se va Tony, pero se vienen miles a fortalecer el Partido Libertad y Refundación».

Para Girón, este constante flujo de nuevos miembros es una señal inequívoca del crecimiento del partido, y una muestra de apoyo a la candidata presidencial, la abogada Rixi Moncada, a quien ya presenta como «la próxima presidenta» de Honduras.

La salida de un funcionario, en lugar de ser una debilidad, se convierte en una oportunidad para mostrar la vitalidad y el poder de atracción de LIBRE de cara a los cruciales comicios generales del mes de noviembre.


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