Honduras mantiene el paso firme en su recuperación económica. A septiembre de 2025, la producción nacional creció 3.6%, un ritmo sostenido que refleja mayor dinamismo interno: más consumo en los hogares, mejores ingresos por salarios y un flujo estable de remesas.
La desaceleración de la inflación también ha jugado a favor, permitiendo que el dinero rinda un poco más en la mesa de las familias hondureñas.
De forma interanual —es decir, comparando septiembre de 2025 con el mismo mes del 2024— la actividad económica aumentó 3.7%, destacando varios sectores clave.

Según el Banco Central de Honduras (BCH) uno de los motores más fuertes ha sido la Intermediación Financiera, gracias al aumento en préstamos para comercio, consumo y servicios como transporte y telecomunicaciones. El crecimiento en intereses y comisiones evidencia una mayor actividad del sector privado, especialmente en áreas que mueven la economía diaria del país.

En paralelo, la expansión digital continúa marcando tendencia. La creciente adopción de servicios de internet por parte de hogares y empresas ha impulsado el repunte de Correo y Telecomunicaciones, un rubro que sigue avanzando con fuerza y refleja cambios en los hábitos tecnológicos de la población.
El sector Agricultura, Ganadería, Silvicultura y Pesca también reportó un desempeño sólido, impulsado por el cultivo de café —beneficiado por precios internacionales históricos— así como por la producción de granos básicos, caña, hortalizas y la actividad acuícola. Este crecimiento no solo fortalece las exportaciones, sino que garantiza mayor seguridad alimentaria.
El Comercio creció 2.5%, especialmente por las ventas de abonos, alimentos, electrodomésticos, medicinas y productos de ferretería, favorecidas por el buen desempeño de la construcción pública.
El rubro de Transporte y Almacenamiento avanzó gracias al movimiento creciente de mercancías por vía terrestre y marítima, producto del fortalecimiento del comercio exterior y de la actividad productiva en general. Los principales puertos y zonas logísticas mantienen un flujo alto y sostenido.
Finalmente, la Industria Manufacturera acumula siete meses de crecimiento continuo, destacando la elaboración de alimentos para el mercado interno, la fabricación de arneses para vehículos —muy demandados internacionalmente— y la producción de varilla, cemento y hormigón, impulsada por el dinamismo de la obra pública.
En conjunto, estos resultados muestran una economía que empieza a sentir el efecto de políticas enfocadas en fortalecer el mercado interno, apoyar la producción nacional y dinamizar la inversión pública. Un país que crece no solo en cifras, sino en oportunidades para la gente.
