En un esfuerzo por recuperar los activos saqueados del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), el canciller de la República, Eduardo Enrique Reina, y la Embajadora de Estados Unidos en Honduras, Laura Dogu, firmaron un acuerdo para la transferencia de fondos decomisados en territorio estadounidense.
El convenio permitirá que Honduras recupere $1,077,000, aproximadamente 25 millones de lempiras, producto de la venta de bienes adquiridos ilícitamente por el exdirector del IHSS, Mario Zelaya, con dinero malversado.
El acuerdo, que representa un avance significativo en la lucha contra la corrupción, se enmarca en la política de la Presidenta Xiomara Castro, de reforzar los mecanismos de transparencia en el país. “Es política de nuestra Presidenta seguir avanzando en la lucha contra la corrupción. Esto demuestra la voluntad política de ambos Gobiernos de cooperar y seguir trabajando conjuntamente”, señaló el Canciller Reina.
La Embajadora Dogu enfatizó el compromiso de Estados Unidos en la lucha contra la corrupción, calificándola como una amenaza directa a la democracia, la seguridad y la prosperidad. “Estamos aquí no solo para firmar un memorando de entendimiento, sino para reafirmar nuestro compromiso con una causa que afecta a todos los hondureños. Este acuerdo es un nuevo paso firme en nuestra lucha por la justicia”, afirmó Dogu.
Los fondos recuperados, son resultado de la subasta de propiedades comerciales y de alquiler adquiridas por Mario Zelaya en Estados Unidos, serán gestionados a través de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI) y finalmente destinados al IHSS. “Se retornarán al Seguro Social y, de momento, solo está ligado al Seguro. Ya dependerá del Ministerio Público si desea hacer solicitudes de incautaciones de otro tipo de bienes”, explicó Reina.
El desfalco al IHSS, en el que Mario Zelaya jugó un papel central, superó los 6 mil millones de lempiras. Representando uno de los mayores escándalos de corrupción en la historia reciente de Honduras.
Este acuerdo es visto como un hito en la recuperación de activos y un reflejo del compromiso compartido de Honduras y Estados Unidos para enfrentar la corrupción y fortalecer la gobernabilidad en el país. Con la transferencia de estos fondos, el gobierno de Honduras da un paso más hacia la justicia y la transparencia, elementos fundamentales para el desarrollo y la estabilidad del país.
