Con la divulgación de los audios que exponen el plan de fraude del bipartidismo, queda claro que el objetivo principal es torcer los resultados electorales para beneficiar a Salvador Nasralla y sus aliados.
Nasralla, quien presume ser un hombre de manos limpias y anticorrupción, hoy pacta con grupos que con mucho poder e influencia están acostumbrados a violar la ley para lograr sus propósitos, estos grupos que ahora lo patrocinan, son los que en 2017 avalaron el fraude electoral del Partido Nacional.
En la conversación difundida, se alude a un plan cuya coordinación entre los implicados buscarán influir en la logística electoral, la participación de militares y políticos como observadores, y la posibilidad de cuestionar la rigurosidad del proceso ante observadores internacionales con el aval de Estados Unidos.
El hecho es profundamente alarmante y despertó el rechazo de varios sectores políticos y sociales del país quienes se suman a la exigencia de una investigación profunda en contra de los conspiradores.
Este plan revela que detrás del bipartidismo, se encuentra el patrocinio de élites económicas con poder, quienes buscan manipular la voluntad popular para evitar que Libre continue profundizando los cambios que tienen como prioridad beneficiar a las grandes mayorías y no a un grupo reducido de familias que acumula la riqueza de Honduras.

