El presidente del Congreso Nacional (CN), Luis Redondo, lanzó hoy una severa denuncia contra los consejeros del Partido Nacional y Partido Liberal en el Consejo Nacional Electoral (CNE), acusándolos de orquestar una trampa al eliminar la validación de actas mediante lectores biométricos apenas la noche previa a las recientes elecciones en Honduras.
Redondo calificó la decisión como un movimiento estratégico del bipartidismo para debilitar los mecanismos de control e inflar los resultados en los tres niveles de elección: presidencial, de diputados y de alcaldías.
Redondo Afirma que bipartidista permite alterar resultados en los tres niveles de elección
La validación biométrica era considerada un pilar fundamental para asegurar la integridad del proceso, pues su función principal era garantizar que el número de votantes registrados en el sistema coincidiera exactamente con los resultados consignados en cada acta electoral.
El titular del Poder Legislativo enfatizó que la supresión de esta herramienta de verificación clave ha abierto la puerta a un posible fraude, permitiendo la manipulación de cifras. Sin la validación biométrica, el sistema electoral pierde la capacidad de confirmar si los datos numéricos de las actas coinciden con la cantidad real y verificada de ciudadanos que ejercieron el sufragio.
«Sin la validación biométrica, el sistema no puede confirmar si los datos consignados en las actas coinciden con la cantidad real de ciudadanos que acudieron a las urnas,» afirmó Redondo.
La base de la denuncia radica en que el lector biométrico estaba diseñado para contabilizar, de forma inequívoca, a cada elector que acude a la urna. La cifra obtenida debía ser el número real que, obligatoriamente, debía empatar con el total de votos asentados en el acta para esa mesa electoral, evitando así la «inflación» de votos inexistentes.
El presidente del Congreso Nacional también reprochó enérgicamente a las consejeras que representan al bipartidismo en el CNE por haber aprobado la eliminación del sistema biométrico, especialmente después de que el CN otorgara una inyección presupuestaria significativa para fortalecer el proceso electoral.
Redondo recordó que el Poder Legislativo había aprobado una cifra superior a los 4,300 millones de lempiras ($4,300,000,000) específicamente con el objetivo de fortalecer y «blindar la integridad» del proceso electoral.
El cuestionamiento del líder del CN se centró en la contradicción de aprobar un gasto millonario para garantizar la transparencia, solo para ver cómo un mecanismo de control tan vital era desmantelado de última hora.
«¿Para qué les aprobamos más de 4,300 millones de lempiras si, al final, iban a eliminar una noche antes el paso del sistema biométrico que contabiliza el número de electores que acuden a la urna y que debe coincidir con el número real (no inflado) de votantes de cada acta, interpeló el presidente Redondo, elevando la sospecha de que la decisión fue intencional.
La eliminación de la verificación biométrica justo antes de los comicios ha generado una ola de preocupación sobre la transparencia y la fiabilidad de los resultados electorales. Según la denuncia, esta movida socava la confianza pública en la capacidad del CNE para entregar resultados que reflejen fielmente la voluntad popular.
La implicación de esta trampa sería que el bipartidismo habría asegurado una vía para alterar los resultados a su favor, dado que la ausencia del conteo biométrico elimina el testigo electrónico que debe validar el número de votantes frente al número de votos.
Se espera que las consejeras del CNE señaladas por Redondo emitan una respuesta oficial ante las graves acusaciones. La denuncia pone el foco de la atención pública sobre la necesidad de una auditoría transparente y exhaustiva de los resultados, exigiendo la explicación de por qué un sistema crucial de integridad fue desactivado en un momento tan crítico.
La denuncia del presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, sobre la eliminación de la validación biométrica en la víspera de las elecciones, establece varias conclusiones críticas que impactan directamente en la transparencia y legitimidad del proceso electoral hondureño.
