El coordinador general del partido oficialista Libertad y Refundación LIBRE, Manuel Zelaya Rosales, hizo un llamado este martes a una insurrección pacífica nacional tras desconocer los resultados oficiales emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
El exmandatario denunció la existencia de un golpe electoral y aseguró que su institución política no otorgará validez legal a la declaratoria que proclama a un nuevo presidente electo.
Desde las afueras de las instalaciones del CNE en la capital, Zelaya manifestó su total respaldo al alcalde del Distrito Central, Jorge Aldana, quien previamente instó a la movilización permanente en defensa del voto. Según el líder de LIBRE, se está fraguando un fraude para arrebatarle el triunfo a Aldana mediante la negativa de las autoridades electorales a revisar actas con inconsistencias.
Esas elecciones son inválidas, no reconocemos esos resultados, sentenció Zelaya ante una multitud de simpatizantes.
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La crisis institucional se agudizó tras confirmarse la división interna en el pleno del CNE. Zelaya sostuvo una comunicación pública con el consejero Marlon Ochoa, quien confirmó que no rubricará la declaratoria oficial mientras existan recursos legales pendientes o actas sin verificar.
Zelaya advirtió que, sin la firma de Ochoa, cualquier resolución del órgano electoral carece de legitimidad y validez jurídica, dejando al país en un escenario de incertidumbre y conflictividad creciente.
El discurso oficialista también apuntó hacia el exterior. Manuel Zelaya denunció que la proclamación de resultados responde a una imposición directa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a quien señaló de respaldar un proceso fraudulento.
Esta postura fue secundada por la presidenciable de LIBRE, Rixi Moncada, quien fue enfática al declarar:
- No se reconocerán gobiernos surgidos de la injerencia extranjera.
- Se rechaza cualquier resolución que viole los preceptos constitucionales.
- El partido se mantiene en estado de resistencia cívica frente a un proceso que consideran falso.
Mientras los líderes políticos emitían sus declaraciones, grupos de manifestantes apostados en el CNE exigieron la renuncia de las consejeras Cossette López (Partido Nacional) y Ana Paola Hall (Partido Liberal). Los simpatizantes de Libre las acusan de representar un bipartidismo tradicional que busca facilitar el fraude electoral en favor de la oposición.
Zelaya finalizó su intervención reafirmando que la historia no se detiene y que la soberanía reside en el pueblo, advirtiendo que la movilización nacional es ahora la ruta principal del partido de gobierno.
El respaldo de Manuel Zelaya al llamado de insurrección pacífica de Jorge Aldana marca el paso de una disputa administrativa a una confrontación de calle. Al reactivar la narrativa de la resistencia, el partido oficialista busca presionar a las instituciones a través de la movilización popular, lo que aumenta el riesgo de polarización y conflictividad social a corto plazo.

