Por primera vez en más de diez años, Honduras registra una reducción nacional del 13% en homicidios, gracias a las estrategias implementadas por el gobierno de la presidenta Xiomara Castro, a través de la Secretaría de Seguridad y la Policía Nacional, con el respaldo técnico de la UTECI.

Entre el 1 de enero y el 24 de agosto de 2025, se contabilizaron 1,491 homicidios, 220 casos menos que en el mismo período de 2024, cuando la cifra alcanzó los 1,711. Este avance posiciona al país en un nuevo rumbo de seguridad, mostrando que las políticas públicas de prevención, investigación y presencia territorial están funcionando.

Santa Bárbara encabeza la reducción con un impactante -33.7%, seguida por Islas de la Bahía (-69%), Lempira (-28.9%), Olancho (-17.8%) y Cortés (-15.1%), todos departamentos que históricamente han sido golpeados por la violencia.

El ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, destacó que estos resultados son el reflejo de una estrategia integral de seguridad ciudadana, que combina tecnología, inteligencia policial, operativos territoriales, enfoque comunitario y prevención en las zonas de mayor riesgo.

«Estamos enfrentando la violencia con planificación, no con represión ciega. Apostamos por la prevención, por la inteligencia y por la comunidad como aliada», señaló Sánchez.

Además, por primera vez se están abordando de manera transversal temas como la violencia contra la mujer y la seguridad vial.

• En cuanto a muertes violentas de mujeres, se reporta una reducción del 3.1%, con 157 casos frente a los 162 del año anterior.
• En accidentes de tránsito, hubo 1,206 víctimas, 27 menos que en 2024, lo que representa un descenso del 2.2%.

El 89.3% de las víctimas de homicidio son hombres, principalmente jóvenes entre 20 y 34 años. El 72.9% de los asesinatos fueron con armas de fuego, en la vía pública y, en su mayoría, durante los fines de semana.

Durante gobiernos anteriores, la seguridad se manejó con una visión militarista, sin resultados sostenibles. Fue hasta el 2022, con la llegada del gobierno de LIBRE y la presidenta Xiomara Castro, que se comenzó a rediseñar la política de seguridad nacional, enfocándose en la raíz estructural del crimen, la pobreza y la falta de oportunidades.