El Gobierno de la presidenta Xiomara Castro ha implementado una medida que, aunque no siempre recibe la atención que merece, ha significado un alivio importante para la economía de miles de hondureños: El subsidio al transporte público. Esta política permite que el precio del pasaje urbano se mantenga en 13 lempiras, evitando un aumento a 16 lempiras o más, que sería el costo real sin la intervención del Estado.
Este subsidio beneficia a quienes usan el transporte público a diario, aliviando el gasto en pasajes en un contexto de alto costo de vida. En cumplimiento de las instrucciones de la Presidenta Xiomara Castro, la Secretaría de Finanzas transfirió el pasado lunes 17 de marzo un total de L 62,944,020.00 como bono compensatorio para empresas y cooperativas del sector transporte.
A pesar de su impacto positivo, el subsidio al transporte no ha sido ampliamente reconocido ni visibilizado. Las noticias suelen enfocarse en los conflictos entre transportistas y el gobierno o en los retrasos en los pagos, pero se habla poco del beneficio real que reciben los usuarios al no tener que pagar una tarifa más elevada.
Es importante resaltar que esta medida no solo representa un apoyo económico, sino también un esfuerzo por garantizar el acceso al transporte como un derecho básico. En un país donde muchas personas no cuentan con vehículo propio, el transporte público sigue siendo esencial para la movilidad y la inclusión social.
En medio de los retos financieros que enfrenta el país, el subsidio al transporte es una acción concreta que demuestra el compromiso del gobierno con el bienestar de la población. Reconocer su valor y fortalecer este tipo de políticas públicas es fundamental para continuar apoyando a quienes más lo necesitan.
