Contexto:
El precandidato presidencial del Partido Nacional y ex-alcalde del Distrito Central, Nasry Juan Asfura Zablah, «Papi a la Orden», se defenderá en libertad, luego de que un juez natural le dictara medidas diferentes a la prisión preventiva. El próximo 04 de noviembre deberá presentarse a una audiencia de declaración de imputado.
El Ministerio Público, a través de la Unidad Fiscal Especializada en Redes de Corrupción (UFERCO), dirigida por el fiscal Luis Javier Santos, presentó un requerimiento fiscal contra Asfura y otros implicados, por suponerles responsables de dirigir una red de corrupción público-privada que sustrajo del erario al menos veintiocho millones de lempiras (L28,000,000.00).
Abogados penalistas señalan que Asfura tenía muy pocas probabilidades de defenderse en libertad, pues la medida usual en estos casos es la prisión preventiva. Sin embargo, los tentáculos de la corrupción público-privada aún sujetan a muchos funcionarios de los órganos operadores de justicia que no han sido destituidos por las nuevas administraciones. Además, existe un andamiaje jurídico construido durante la dictadura para proteger la corrupción y, sobre todo, a los corruptores.
El día de ayer (21 de octubre de2024), el fiscal general, Johel Zelaya, y el director de UFERCO, Luis Javier Santos, se presentaron ante el pueblo hondureño en una cadena nacional solicitada debidamente y con anticipación a la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) para explicar sobre la lucha contra la corrupción que libra el Ministerio Público, sin distinción de colores políticos. Recordemos que la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), instalada formalmente en abril de 2016 con el apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA), presentó casos emblemáticos como el Caso Pandora y la «Caja Chica de la Dama», entre otros.
La MACCIH fue expulsada del país en enero de2020 por resolución del Congreso Nacional, a raíz de una moción del diputado Tomás Zambrano, en ese momento secretario de la Junta Directiva del Congreso.
La MACCIH investigó a Asfura Zablah entre2017 y2018; sin embargo, el MP, controlado completamente por el Partido Nacional, nunca actuó debidamente. Con la elección de Johel Zelaya, el MP ha recuperado su razón como órgano operador de justicia, aunque enfrenta la limitante de que toda su estructura burocrática fue corrompida por redes de corrupción público-privadas, lo que requerirá un proceso de saneamiento que llevará tiempo. Lo mismo ocurre con el Poder Judicial de Honduras. Johel Zelaya, en su condición de fiscal general, se comprometió a dar trámite a todas las investigaciones presentadas por la MACCIH que habían sido engavetadas.
En la cadena nacional se explicó a profundidad el caso de Nasry Juan Asfura Zablah. Es un derecho del pueblo hondureño conocer los procesos contra quienes han saqueado los fondos públicos, aunque la prensa corporativa se moleste.
Reacción de los Hermes y Pandoros:
No se podría entender la postura de Renato Álvarez en su foro matutino de hoy (22 de octubre de2024) sin conocer el caso Hermes. Renato defendió a capa y espada la presunción de inocencia del precandidato del Partido Nacional y condenó con fervor el uso de una cadena nacional para presentar el caso contra un opositor. Sin embargo, Renato ha sido un inquisidor mediático que no duda en señalar a políticos y funcionarios de LIBRE, incluso cuando no existen acusaciones formales. ¿El principio de presunción de inocencia solo se aplica cuando se trata de los amigos de Renato?
«Lo reprochable es utilizar una cadena de televisión y radio para sustentar una causa penal contra alguien si antes no ha sido vencido en juicio», dijo Renato Álvarez.¿Realmente les preocupa la cadena de televisión? Nunca vimos a Renato condenar las cadenas utilizadas por Juan Orlando Hernández para defender a su hermano, Juan Antonio Hernández, ante la opinión pública tras las acusaciones de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York. ¿Realmente Renato aboga por el debido proceso? Tampoco se pronunció cuando se iniciaron 28 procesos judiciales contra el expresidente Zelaya después del golpe de Estado de 2009, sin derecho a la legítima defensa y violentando todos los principios del derecho.
Es imposible olvidar el silencio de Renato cuando, bajo la excusa de un requerimiento del MP, el presidente Zelaya fue subido a un avión por la pista de Palmerola rumbo al destierro, aunque el MP reconoció ante la Comisión de la Verdad que nunca presentó un requerimiento contra Zelaya. ¿Y para que hablar del caso de los criminalizados por defender el Río Guapinol, los presos políticos de la insurrección de 2017 y los estudiantes criminalizados por Julieta Castellanos, cuando Renato solo sabía guardar silencio.
Cuando se trata de Papi a Renato no sólo le causa ruido, le causa roncha y no se la guarda, sale al paso y lo condena, defiende lo indefendible y consigo, todo el gremio periodístico -con honrosas y muy pocas excepciones- entregado a la mediocridad y a la agenda dictada desde Washington.
Como todo en la vida, bueno, como casi todo, tiene un precio. El silencio o el ruido de Renato lo tiene, en Honduras el Caso Hermes del que muy poco se habla en los foros matutinos, involucra la desviación de más de 122 millones de Lempiras de la administración del Partido Nacional, un entramado de corrupción dirigido por la presuntamente extinta Hilda Hernández, la famosa ¨Ministra sin cartera¨, hermana de JOH. Este escándalo se centra en la sustracción de dinero mediante contratos de publicidad a través de empresas ilegales, conocidas como empresas de maletín, para pagar ¨gargantas¨ de las principales vocerías de los medios de comunicación corporativos.
Los delitos asociados incluyen violación de deberes de los funcionarios, fraude y malversación de caudales públicos, el MP tiene el debe histórico de proceder también con este caso, pero no solo con los corruptos, también contra los corruptores, los corporativos mediáticos que extorsionan los gobiernos y moldean las narrativas al son del mejor postor. Acá es dónde la rasgadura moral de Renato se desploma y se pone al descubierto cuál es el factor que orienta el silencio o el ruido de la prensa hondureña.
Papi a la Orden perdido en su laberinto:
Detrás de la sonrisa fingida del ex alcalde capitalino, se esconde un hombre nervioso, consiente de sus acciones y rogando a quien sea que le recen los corruptos, que el manto de la impunidad los cubra. Pese a que Renato y compañía no han hecho sentir ¨solo¨ a Papi, en una de sus intervenciones, reconoció que ¨La Ley es la Ley¨, haciendo referencia al proceso que enfrenta. Es decir, el mismo imputado reconoce tácticamente que está enfrentando a la justicia, con garantías constitucionales, con el debido proceso y que lo único que le queda es acudir a los profesionales del derecho que puedan torcer la mano de la justicia, al menos un poco.
