En una apuesta firme por garantizar el derecho a una educación equitativa y de calidad, el gobierno de la presidenta Xiomara Castro, a través de la Secretaría de Educación, ha intensificado sus esfuerzos para fortalecer la educación inclusiva dirigida a niños, niñas y adolescentes con síndrome de Down en todo el país.
El síndrome de Down, causado por la presencia de un cromosoma adicional en el par 21 (trisomía 21), es la condición genética más común asociada a discapacidad intelectual, afectando a uno de cada 700 nacimientos a nivel global. En Honduras, se estima un promedio de 224 nacimientos anuales con esta condición.
Según datos de la Unidad del Sistema Nacional de Información Educativa de Honduras (USINIEH), la atención educativa para estudiantes con síndrome de Down ha venido en aumento: de 292 en 2022, a 350 en 2024, y se proyecta que en 2025 se superarán las 400 atenciones, reflejando un mayor diagnóstico temprano, cobertura y registro.
El liderazgo de la Subdirección General de Educación para Estudiantes con Capacidades Diferentes y Talentos Excepcionales, adscrita a la Dirección General de Modalidades Educativas, ha sido clave para avanzar hacia un modelo pedagógico inclusivo.
A nivel nacional, los equipos psicopedagógicos han sido reactivados y fortalecidos en los 18 departamentos, brindando asesoría técnica a docentes y atención personalizada a estudiantes, muchos de los cuales enfrentan discapacidades múltiples (auditivas, visuales o motoras).
Entre los centros pioneros destaca el Centro Educativo Juana Leclerc, que integra terapias ocupacionales, de lenguaje y multisensoriales en siete departamentos; el Centro de Educación Básica Especial (CIRE), con una propuesta multisensorial adaptada; y el Instituto Franciscano para la Capacitación del No Vidente (INFRACCNOVI), que impulsa alianzas internacionales, como con Deaf-blind International, para mejorar la atención a estudiantes con condiciones asociadas al síndrome de Down.
Además, el gobierno trabaja en la formulación de una nueva normativa complementaria al Acuerdo Ejecutivo No. 1365-SE-2014, que definirá los lineamientos para la implementación efectiva de la educación inclusiva en el país.
Esta apuesta por la inclusión es reflejo del compromiso del gobierno de Xiomara Castro con una transformación educativa estructural, donde cada niño y niña, sin importar su condición, tenga acceso a oportunidades reales de aprendizaje, desarrollo y participación plena en la sociedad.
La educación inclusiva en Honduras no es solo una política, sino un acto de justicia social y una muestra de voluntad política por construir un país más humano y equitativo.

