En los últimos años, Honduras ha comenzado a dar pasos firmes para dejar atrás la pobreza que por décadas ha golpeado a millones de familias.
Según cifras oficiales, la pobreza extrema ha bajado del 53.7% en 2021 al 40.1% en 2024. Esto significa que miles de hondureños que antes no tenían ni para lo básico, hoy viven un poco mejor gracias al apoyo que reciben del gobierno de LIBRE.
¿QUÉ SE HA HECHO PARA LOGRARLO?
La clave está en invertir directamente en la gente más necesitada. El gobierno ha entregado subsidios, bonos solidarios, becas para estudiantes de escasos recursos y otros programas sociales. La idea es sencilla; si el pueblo tiene apoyo, puede trabajar, estudiar y mejorar su vida.
La presidenta Xiomara Castro, ha impulsado estas políticas sociales desde el inicio de su mandato. Gracias a esto, también ha bajado la pobreza general, en 2021 era del 73.6%, y en 2024 se ha reducido al 62.9%.
Estos avances no solo se ven en estadísticas. También son visibles en comunidades rurales donde antes no llegaba ningún tipo de ayuda. Hoy, muchas de esas comunidades están recibiendo apoyos directos del Estado. Lo mismo ocurre en zonas urbanas, donde la pobreza extrema bajó del 44.3% al 32.5%.
Los beneficiarios son familias de bajos ingresos, madres solteras, adultos mayores, jóvenes que quieren estudiar y trabajadores del campo. Gente que durante años fue ignorada por gobiernos anteriores.
UN PAÍS QUE EMPIEZA A LEVANTARSE
El gerente general de la ENEE, Erick Tejada, recordó que la pobreza y exclusión tienen responsables; la derecha que gobernó en el pasado. Hoy, esa misma derecha intenta desacreditar los avances, pero los datos y la realidad del pueblo demuestran lo contrario.
Honduras está saliendo poco a poco de la oscuridad. Lo está haciendo con esfuerzo, solidaridad y el compromiso de un gobierno que apuesta por la gente, no por los negocios entre élites.
Aún falta mucho por hacer, pero el camino ya comenzó. Y lo está recorriendo el pueblo, con dignidad.
