Honduras sigue dando pasos importantes hacia un futuro más seguro. En lo que va de 2025, la cifra de homicidios ha disminuido en un 21.3% respecto al mismo período de 2024.

Según el Sistema Estadístico Policial en Línea (SEPOL), se han registrado 347 homicidios en comparación con los 441 del año anterior. Este descenso continúa la tendencia que comenzó en 2022, cuando los homicidios en los primeros meses del año eran 665, y se redujo a 543 en 2023.

Este resultado no es casualidad, sino el fruto de diversas medidas implementadas por el gobierno de la presidenta Xiomara Castro. Las autoridades de seguridad han señalado que la clave para estos avances ha sido el trabajo conjunto entre la Policía Nacional, el Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia. También, destacan la importancia de estrategias como el Estado de Excepción Parcial, que ha permitido intensificar los operativos de seguridad en zonas con alta incidencia de maras y pandillas.

“Este descenso en los homicidios refleja el esfuerzo coordinado de todas las instituciones involucradas. La lucha contra la violencia sigue siendo una prioridad para este gobierno, y vamos a continuar trabajando para que los hondureños vivan en paz”, comentó el Dr. Gustavo Sánchez, titular de Seguridad.

Uno de los logros más destacados es que el Distrito Central y San Pedro Sula, dos de las ciudades más violentas del país, ya no figuran en la lista de las más peligrosas del mundo. Esto se debe, en gran parte, a las acciones de seguridad, que incluyen desde el fortalecimiento de la inteligencia policial hasta la desarticulación de estructuras criminales.

Aunque aún queda mucho por hacer, los resultados hasta ahora son notables. El gobierno de Xiomara Castro ha logrado reducir el promedio de muertes violentas de 13 a 5 por día desde el inicio de su mandato, un logro significativo en la lucha contra el crimen organizado.

La implementación de estas estrategias ha sido destacada tanto a nivel nacional como internacional, mostrando que Honduras está en el camino correcto para garantizar la seguridad de su población. Con estos avances, el país demuestra que es posible reducir la violencia mediante el compromiso, la acción efectiva y la colaboración entre diferentes sectores de la sociedad.