Desde el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Honduras y China hace poco más de un año, las dos naciones han logrado avances significativos en diversas áreas, creando una relación estratégica que promete transformar el panorama económico y social del país centroamericano.

A pesar de los cuestionamientos mediáticos, los hechos y las cifras hablan por sí solas. El comercio, la infraestructura y la industria están experimentando un impulso nunca antes visto.

Inversiones clave en infraestructura y educación

Uno de los sectores más beneficiados ha sido el educativo. China, a través de la cooperación bilateral, ha estado invirtiendo en la construcción de importantes proyectos de infraestructura. Se destacan las siete escuelas agrícolas que se están levantando en diferentes puntos de Honduras, con el objetivo de beneficiar a miles de estudiantes en áreas rurales. Además, se está trabajando en la donación de mochilas, pupitres y sillas para centros educativos, lo que representa un apoyo fundamental para mejorar las condiciones de aprendizaje en el país.

La capital, Tegucigalpa, también será testigo de una del Parque Urbano y Centro de Convenciones. Un proyecto que se está estudiando y que tiene el potencial de convertirse en un ícono de la ciudad, fomentando el desarrollo económico y social, y que se enmarca dentro de una relación bilateral de largo plazo.

Además, China ha estado presente en momentos críticos, ofreciendo ayuda humanitaria a Honduras. En 2024, la nación asiática donó más de 1,300 toneladas de harina de trigo para los municipios más necesitados y destinó 3.6 millones de dólares en suministros para combatir el dengue.

Comercio y oportunidades para Honduras

En términos de comercio, las cifras son claras. Las exportaciones hondureñas a China han crecido exponencialmente. En 2023, casi se duplicaron, y en los primeros meses de 2024, alcanzaron los 92.62 millones de dólares, lo que refleja un aumento del 21.5% en comparación con el año anterior. Este crecimiento es especialmente visible en el sector del café hondureño, que ha logrado entrar con fuerza al mercado chino, multiplicando sus exportaciones por 16 veces en solo un año.

Uno de los grandes logros es la negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC), entre ambos países, que está en su fase final. Este acuerdo promete facilitar el acceso de productos hondureños a China, mientras que los productos chinos, conocidos por su calidad y competitividad, contribuirán a reducir los costos en Honduras.

China no solo ha invertido en infraestructura y comercio, sino también en el desarrollo industrial de Honduras. La construcción de un parque industrial textil y una planta de producción de cerámica en la zona norte del país son solo algunos ejemplos de los proyectos que están en marcha. Estas inversiones, que superan los cientos de millones de dólares, generarán miles de empleos directos y contribuirán a fortalecer la economía local.

Además, el sector camaronero, uno de los pilares de las exportaciones de Honduras, ha sido otro de los beneficiados. En tiempo récord, China aprobó el permiso sanitario para la exportación de camarón hondureño, lo que ha abierto nuevas puertas para los productores nacionales en un mercado de más de un millón de toneladas anuales.

El papel de la presidenta Xiomara Castro en este proceso

Este avance no sería posible sin la visión política de la presidenta Xiomara Castro, quien ha impulsado con firmeza esta relación estratégica. El gobierno ha sido clave en el establecimiento de los lazos diplomáticos con China, apostando por una cooperación que no solo busca el beneficio comercial, sino también el desarrollo sostenible y la mejora de las condiciones de vida en Honduras.

La relación entre Honduras y China sigue en crecimiento y, con ella, las oportunidades de desarrollo. Desde las inversiones en infraestructura hasta el impulso del comercio y la industria, las bases para una cooperación estratégica y duradera ya están plantadas.