El presidente Donald Trump enfrenta el peor momento de su carrera política. Una reciente encuesta de CNN revela que el 63% de los estadounidenses desaprueban su gestión. Mientras solo un 37% mantiene su apoyo, el nivel más bajo desde su llegada a la Casa Blanca.

El sondeo también muestra un profundo malestar económico y social: el 72% de los ciudadanos considera que la economía del país “va mal”, y seis de cada diez responsabilizan directamente a las políticas de Trump por haber empeorado las condiciones de vida en Estados Unidos.

El estudio llega en medio del cierre parcial del gobierno federal, que ha paralizado gran parte de la gestión pública y ha incrementado el descontento ciudadano. Ocho de cada diez estadounidenses califican la situación como una crisis o un problema grave, lo que refleja el desgaste del liderazgo republicano y la falta de soluciones concretas ante los desafíos económicos.

A un año de las elecciones legislativas, los demócratas logran una ventaja de cinco puntos en intención de voto sobre los republicanos (47% frente a 42%), impulsados por una ciudadanía que busca frenar el avance del trumpismo en el Congreso.

Entre los votantes jóvenes e independientes, la tendencia es aún más marcada: la mayoría se inclina por los candidatos demócratas, expresando su oposición a Trump mediante el voto.

El informe también destaca que los votantes demócratas están más motivados a participar (67%) que los republicanos (46%), especialmente quienes consideran la defensa de la democracia como una prioridad.

Por otro lado, la encuesta refleja que la imagen del Partido Republicano también se deteriora: el 55% de los encuestados considera que sus líderes hacen “demasiado” por proteger a Trump, mientras el 61% cree que el expresidente ha abusado del poder presidencial.

Los datos revelan un escenario complicado para el líder republicano, quien enfrenta una ciudadanía cansada de la confrontación política, la desigualdad económica y la incertidumbre sobre el futuro del país.

En contraste, los demócratas buscan capitalizar el descontento con una campaña enfocada en la recuperación económica, la estabilidad institucional y la defensa de los derechos sociales, tres temas que siguen siendo prioritarios para la mayoría de los votantes en Estados Unidos.

Mientras Trump intenta recomponer su imagen de cara a las próximas elecciones, la encuesta deja un mensaje claro: la paciencia del electorado estadounidense con su estilo de gobierno parece haberse agotado.