Cossette López, la recién llegada consejera presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), es el tema central de los medios de comunicación. Y como todo buen drama de telenovela de bajo presupuesto, no podía faltar la mezcla de victimización, hipocresía y, por supuesto, un toque de romance.
López se ha presentado como víctima de una supuesta campaña de desprestigio. Llorando por los foros televisivos, asegura que ha sido difamada e insultada. ¡Qué sorpresa! Lo curioso es que, ella ha acuerpado todos y cada uno de los ataques viles e impunes contra la Presidenta Xiomara Castro.
El Partido Nacional luego de sus múltiples campañas de odio, ahora pide respeto y solidaridad… algo difícil de pedir cuando tu CV incluye el papel de verdugo en ataques hacia mujeres.
Amores, infidelidades, hijos y narcotráfico
Cossette nunca ha negado la relación amorosa que tuvo con el exmandatario Juan Orlando Hernández. Así es, el mismísimo JOH. Y hay que destacar que de esta relación no solo salieron escándalos políticos, sino también un hijo. Sí, en este culebrón pretende venderse como víctima. ¿Ella fue solidaria con Ana García, la esposa del ex mandatario?
Lo más preocupante aquí no es solo la hipocresía, sino el hecho de que figuras como López y otras en la oposición se victimizan cuando ellas mismas han promovido el machismo y las agresiones contra la presidenta Castro desde el inicio de su mandato. Y ahora, como si fuera obra de un mal guionista, pretenden hacernos creer que están siendo atacadas. La falta de coherencia es evidente, y no es necesario ser crítico político para ver que este guión no cuadra.
En conclusión, este episodio de la política hondureña parece sacado de una novela, donde la protagonista villana, antes amante de un expresidente, intenta cambiar su papel y pasar de villana a víctima. Lo que nos queda claro es que en este drama, las máscaras caen, pero las contradicciones se mantienen. ¡Habrá que ver cómo sigue la trama en el próximo capítulo!
