Después de décadas de abandono estatal, en la comunidad de Sirsirtara, Puerto Lempira, más de 170 familias reciben por primera vez energía eléctrica. Gracias a la instalación de sistemas solares impulsados por la Secretaría de Energía (SEN) bajo el programa “Energía y Luz para la Vida – Yu Raya”.
Este logro marca un hecho histórico, desde hace más de 40 años, las comunidades misquitas no recibían una inversión directa en acceso energético. Hoy, la luz vuelve a ser sinónimo de dignidad, desarrollo y justicia social.
El proyecto, liderado por el gobierno de la Presidenta Xiomara Castro, responde a su compromiso de democratizar el acceso a los servicios básicos como un derecho humano, no un privilegio.
A través de la SEN, equipos técnicos trabajan junto a las familias locales para instalar paneles solares de última generación que permitirán iluminación, refrigeración y conexión tecnológica en los hogares.
Además, la iniciativa incluye capacitación comunitaria en el manejo y mantenimiento de los sistemas solares, garantizando la sostenibilidad y la soberanía energética en una de las regiones más aisladas del país.
“La llegada de la energía solar no solo enciende bombillos, también enciende sueños”, expresó un representante de la Secretaría de Energía durante la instalación.
La Mosquitia, una de las zonas con mayores índices de pobreza y exclusión, empieza a ver los resultados de una política energética enfocada en la inclusión y el desarrollo humano. Con la llegada del programa Yu Raya, niñas y niños podrán estudiar de noche, las familias contarán con refrigeración para conservar alimentos y medicamentos, y los riesgos del uso de velas o generadores contaminantes quedarán atrás.
Este avance forma parte de la transformación estructural que impulsa el gobierno de LIBRE, colocando al ser humano y al medio ambiente en el centro de las políticas públicas. Desde el corazón de la Mosquitia, Honduras demuestra que la justicia social también se construye con energía limpia, equidad e inclusión.

