El Partido Libertad y Refundación (LIBRE) emitió un contundente manifiesto este sábado desde Siguatepeque, Comayagua, en el marco de su Asamblea Popular Extraordinaria por la Dignidad Nacional, donde condenó enérgicamente la injerencia e intervención del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en los recientes comicios de Honduras y resolvió no reconocer los resultados electorales proclamados por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
La fuerza política de izquierda calificó la acción del mandatario estadounidense como un «golpe electoral promovido desde Washington», en un documento en el que también se refirió al indulto a Juan Orlando Hernández. En ese contexto, el partido denunció que el presidente Trump habría «amenazado al pueblo hondureño» al pedir públicamente no votar por la candidata de LIBRE, Rixi Moncada —a quien catalogó como «comunista» y principal contendiente—, e instó a votar por el candidato del Partido Nacional, Nasry Asfura.
Denuncian «terrorismo electoral» por amenazas con remesas
Uno de los puntos centrales del Manifiesto fue la denuncia de una estrategia de coacción masiva que, según la asamblea, se dio en las 72 horas previas a la jornada electoral del 30 de noviembre. El partido señaló que el fraude del sistema TREP, evidenciado en 26 audios, se sumó a la «intervención» del Presidente de los EE. UU. y a mensajes personalizados masivos que supuestamente implantaron terror en los receptores de remesas al advertirles que estas serían detenidas si votaban por Moncada.
«Dejamos constancia histórica, ética y política, que las amenazas de eliminación de las remesas constituyen un terrorismo electoral«, señala la Resolución I del manifiesto, asegurando que el sufragio no fue ejercido libremente en la elección presidencial.
Oposición firme y llamado a una asamblea constituyente
La Asamblea reafirmó que LIBRE es un partido «Antimperialista, Anticapitalista, Antipatriarcal, Democrático, Popular, Plurinacional, Feminista y Pacífico». El partido resolvió además el No reconocimiento político del régimen entrante, declarándose en «oposición firme, ética y popular» en todas las instancias, incluyendo las calles, los territorios, el Congreso y a nivel internacional.
Finalmente, la Asamblea Popular Extraordinaria concluyó que, frente al «Estado fallido,» es una «necesidad histórica e impostergable» la promoción de una Asamblea Nacional Constituyente Originaria para redactar una nueva Constitución que «privilegie lo público y los beneficios para las grandes mayorías». La militancia fue convocada a las calles para apoyar las luchas contra el supuesto fraude del TREP, exigiendo el recuento «voto por voto, acta por acta».
