Durante décadas, el sector agrario hondureño fue marginado por la dictadura del Partido Nacional de Honduras (PNH), subordinados a los intereses de la banca privada y abandonado por las instituciones del Estado.
Las políticas neoliberales del bipartidismo convirtieron al campo en un negocio que solo favorecía a las élites del país.
El gobierno del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), liderado por la presidenta Xiomara Castro, Honduras vive una revolución agroalimentaria donde el Estado ha priorizado beneficiar los productores con bonos tecnológicos, kits y préstamos a bajos intereses.
La mandataria Castro ha enfatizado que lo que están entregando no son dádivas, es un derecho que les pertenece. Un derecho que les negaron durante 12 años y 7 meses.
DEL ABANDONO A LA SOBERANÍA ALIMENTARIA
El Bono Tecnológico Productivo (BTP), es un programa destinado a apoyar a los pequeños productores agrícolas.
Su objetivo es mejorar la producción de granos básicos, fortalecer la seguridad alimentaria y dinamizar la economía rural.
En apenas tres años el gobierno de Libre logró:
Duplicar el presupuesto, pasando de 700 millones de lempiras (L) en 2022 a más de 1,000 millones en 2023 y 2024, con una proyección de L1,700 millones para 2025.
Beneficiar a más de 2 millones de pequeños productores, campesinos y campesinas históricamente invisibilizados.
Garantizar la siembra de más de 650 mil manzanas de granos básicos.
En 2023, la cosecha nacional superó los 9 millones de quintales, de los cuales 3.4 millones fueron frijol, base alimentaria del pueblo hondureño.
El ministro de la Secretaría de Planificación Estratégica, Ricardo Salgado expresó:
«Gracias a la producción récord de frijoles, en 2023 el país no gastó ni un lempira en la importación de frijoles, este gobierno ha dedicado un gran impulso a fortalecer la producción agrícola».
BANADESA VUELVE AL PUEBLO
millones de lempiras entre mayo y diciembre de 2024 en créditos con tasa preferencial del 2.5 % anual, una cifra sin precedentes que rompe de tajo con la dictadura del crédito privado y sus intereses impagables.
El gobierno de LIBRE ha hecho del agro una trinchera de soberanía alimentaria, enfrentando la dependencia externa, apostando por la producción interna y devolviendo al pueblo el control sobre lo que come.
El gobierno que lidera la presidenta Xiomara Castro recupera lo público, redistribuye los fondos al pueblo y el campesino antes olvidado ahora es centro estratégico de la soberanía alimentaria.




