Los hondureños tenemos derecho a escribir nuestra propia historia, hemos decidido tener un gobierno socialista, libre y democrático. A través del Gobierno de la Presidenta Xiomara Castro, se hacen esfuerzos para promover la igualdad, la justicia social y el bienestar de las mayorías. Pero, en los últimos días, hemos sido víctimas de una intervención más Estados Unidos que atenta nuestra débil soberanía.

La intervención de EE.UU. en nuestros asuntos internos no solo es una falta de respeto a nuestro gobierno, sino que también una amenaza a nuestra autonomía como Estado nación.

Es importante cuestionar, ¿Con qué autoridad moral EE.UU. se atreve a presentar informes y dictámenes sobre Honduras? Este tipo de acciones no pueden llevarse a cabo sin una autorización o un acuerdo mutuo entre nuestras países. La soberanía de Honduras debe ser respetada y cualquier intento de influir en nuestras políticas internas debe ser rechazado. No podemos permitir que un país extranjero imponga su visión sobre nuestro futuro sin considerar nuestras propias necesidades y aspiraciones.

Bipartidismo y la Estructura de Injerencia de EE.UU.

Estados Unidos promueve a los partidos de la oposición que vienen del bipartidismo para dividir a la sociedad hondureña, sus organizaciones como el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), se enfocan en atacar a la Presidenta, ejemplo, su último informe de concentración de poder, que no cuestiona la concentración de poder de las familias poderosas en Honduras que evaden impuestos. El interés de EE.UU. a través del CNA, que busca aparentemente señalar la corrupción y la concentración de poder en el gobierno, sabemos que es una táctica que a menudo se utiliza para desestabilizar gobiernos que no se alinean con los intereses estadounidenses. Por su parte, sus otras ONGs como ASJ cuestionan los proyectos de soberanía energética que se impulsan desde el gobierno.

Respaldan al Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), que se ocupa de acaparar y acumular las divisas y dólares, a la vez, que día tras día conspiran contra el gobierno con saboteos económicos y mediáticos.

Pese a las críticas económicas de EE.UU., y sus aliados en el país, nosotros debemos plantearnos de que nos sirvieron todas estas recetas de Estados Unidos durante la narcodictadura que nos convirtieron en el segundo país más pobre de todo l hemisferio occidental, en el Gobierno de la Presidenta Xiomara Castro, somos el país de América Latina que más creció en el 2023 en su PIB, además, nos consolidamos pese a las dificultades heredadas en la tercera economía de Centroamérica.

Las mismas organizaciones de EE.UU como el Fondo Monetario Internacional han reconocido los avances en economía, rescate de la institucionalidad, reducción del déficit fiscal y es innegable los avances en la inversión público social. El último informe del BID reconoce que Honduras es el país en América Latina que más ha hecho inversión social en el último año, los caminos productivos de la Presidenta llegan a cada rincón del país, así como la reconstrucción de escuelas, construcción en proceso de hospitales y demás.

Así mismo, es fundamental mencionar que la recaudación tributaria y aduanera en Honduras ha aumentado en comparación con los periodos anteriores, lo que demuestra que la ausencia de dolares no es más que una ficción de la oposición y que nuestro economía está en crecimiento.

El pueblo hondureño debe defender el principio de autodeterminación de los pueblos y acompañar al gobierno en el rechazo a cualquier intento de intervención extranjera. De la mano de la Refundación avanzamos hacia un futuro soberano, autosuficiente y de dignidad para nuestro pueblo.