La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, hizo uso este miércoles de su cuenta en la red social X para defender la continuidad de la «refundación» del país más allá de 2026.
A través de una serie de mensajes, la mandataria destacó los avances de su gobierno en materia de salud y seguridad, y comparó la situación actual con el «abandono» heredado de administraciones anteriores.
Reconstrucción de un sistema de salud «en ruinas»
En uno de sus mensajes, Castro afirmó que el punto de partida de su gobierno fue un país con «hospitales inconclusos, sin medicamentos, ambulancias dañadas y un pueblo que había perdido la confianza en la salud y la seguridad».
En contraste, señaló que en los últimos tres años y medio, su administración ha iniciado una «reconstrucción ambiciosa».
El gobierno de LIBRE destaca que se está revirtiendo el daño causado durante más de una década por el bipartidismo, que, según la información proporcionada, no construyó ni un solo hospital.
En respuesta a esto, el gobierno de Castro ha iniciado la construcción de 9 nuevos hospitales estratégicos en todo el país, incluyendo el Hospital de Trauma en Tegucigalpa y centros de atención en Roatán, Santa Bárbara, Ocotepeque y Olancho.
También se ha logrado la rehabilitación de 62 centros de salud y la incorporación de más de 6,700 trabajadores al sistema público, demostrando que la «refundación no es un discurso, sino una obra en marcha».
Hacia un «Estado humano, justo y eficiente»
La presidenta Castro enfatizó que su gobierno está sentando las bases para un «Estado humano, justo y eficiente» que servirá a las próximas generaciones.
Mencionó la construcción de hospitales modernos, la creación de una red de ambulancias nacional, clínicas especializadas y tecnología para la seguridad como elementos clave para esta transformación.
Finalmente, la presidenta hizo un llamado a la continuidad de su proyecto, afirmando que la «refundación no termina en 2026».
Concluyó que la obra debe seguir avanzando «con corazón, compromiso, dignidad, conciencia y capacidad» para que no haya «retrocesos», asegurando así que los logros alcanzados no se pierdan en futuras administraciones.

