En un hecho sin precedentes, más de 100 productores ganaderos y agricultores de Olancho culminaron su formación en Escuelas de Campo en Ganadería Sostenible.
Convirtiéndose en actores clave para la conservación de la Biósfera del Río Plátano, una de las joyas ecológicas de Honduras y Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
Esta capacitación forma parte del proyecto MiBiósfera, que desde 2021 ha sido financiado por la Unión Europea, y cuenta con el respaldo técnico de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (SERNA), el Instituto de Conservación Forestal (ICF), la Universidad Zamorano y gobiernos locales como la Alcaldía de Dulce Nombre de Culmí.

Durante el acto de graduación, las autoridades reconocieron el esfuerzo de los productores y destacaron el valor estratégico de este modelo de formación técnica participativa bajo la metodología “aprender haciendo”. A través de 17 ciclos de Escuelas de Campo, más de 500 hondureños han sido capacitados en producción resiliente al clima, bienestar animal, tecnologías sostenibles y protección de suelos, demostrando que es posible producir sin destruir.
“No somos destructores del medio ambiente, también somos productores y protectores de la naturaleza”, expresaron los graduados con orgullo, marcando un cambio de paradigma en la relación entre producción y conservación.
Con este proyecto, la Unión Europea y el Gobierno de Honduras ratifican su compromiso con el desarrollo sostenible, apostando por un modelo productivo que combate el avance de la frontera agrícola hacia la zona núcleo de la selva tropical, mientras fortalece la economía local.
Este tipo de iniciativas no se veían en la región desde hace más de dos décadas, cuando se dejó de invertir en modelos de extensión agrícola con enfoque ambiental. Hoy, bajo el liderazgo del gobierno de LIBRE y la presidenta Xiomara Castro, junto a socios internacionales, las comunidades rurales están siendo vistas como parte de la solución ambiental, y no como una amenaza.

