Los congresistas Meeks y Joaquín Castro presentaron en Washington una resolución que rechaza con firmeza el indulto otorgado por Donald Trump al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández.

Ambos recordaron que Juan Orlando Hernández fue sentenciado a 45 años de prisión en Estados Unidos por liderar una red de narcotráfico que envió enormes cantidades de cocaína hacia ciudades estadounidenses. Para Meeks y Castro, liberar de culpa a alguien con ese historial es un mensaje peligroso y contrario a los intereses del país.

En su resolución, los congresistas mencionan que este indulto no puede verse como un simple acto político, sino como una decisión que beneficia directamente a un narcotraficante convicto. Hernández fue hallado responsable de inundar comunidades estadounidenses con cientos de toneladas de cocaína, mientras utilizaba su poder político para proteger operaciones criminales. Por eso, Meeks y Castro consideran que el indulto es una ofensa para las víctimas y una burla al trabajo de las agencias que investigaron el caso.

Además, destacaron la contradicción que representa este acto dentro de la administración Trump. Mientras se promovían acciones militares y operaciones de alto riesgo bajo el argumento de frenar el ingreso de drogas al país, el expresidente decidió perdonar a uno de los responsables de alimentar ese mismo problema. Para ellos, esta incongruencia evidencia una falta de coherencia y expone prácticas que calificaron como corruptas e hipócritas.

Las prioridades políticas de Trump antes que la lucha antidrogas

Meeks y Castro advirtieron que las decisiones de Trump sobre el tema no parecen responder a un verdadero compromiso con la lucha antidrogas, sino a intereses políticos que nada tienen que ver con la seguridad de los estadounidenses. Recordaron que la administración utilizó el discurso del combate al narcotráfico para justificar intervenciones y acciones militares, mientras ignoraba la gravedad de los crímenes cometidos por Hernández. Según los congresistas, esto demuestra que la prioridad no eran las drogas, sino abrir la puerta a una política exterior más agresiva.

Asimismo, los legisladores reclamaron que Trump no haya dado explicaciones al país sobre la razón detrás del indulto. Señalaron que las familias afectadas por la red de narcotráfico de Hernández merecen saber por qué se liberó de responsabilidad a alguien que llegó a decir que su objetivo era “meter la droga directamente en las narices de los gringos”. Para Meeks y Castro, este silencio refleja la falta de transparencia que ha rodeado muchas de las decisiones tomadas por Trump al final de su gestión.

Haciendo un llamado a sus colegas del Congreso a unirse a la condena y exigir claridad sobre los vínculos y motivaciones detrás de estas acciones. Afirmando que la lucha contra el narcotráfico requiere coherencia, justicia y respeto hacia las comunidades afectadas. Aseguraron que este indulto no solo niega justicia a las víctimas, sino que también demuestra que Trump no actuó en beneficio del pueblo estadounidense.