El Gobierno de Libre, presidido por la presidenta Xiomara Castro, ha demostrado una actuación responsable, oportuna y diligente frente a las amenazas generadas por las recientes lluvias que afectan el territorio nacional. 

A través de una coordinación efectiva del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER) y otras instituciones de emergencia, se han desplegado medidas preventivas, evacuaciones tempranas y atención humanitaria en las zonas vulnerables, evidenciando un liderazgo enfocado en la protección de la vida y los bienes del pueblo hondureño.

A diferencia de lo ocurrido durante las tormentas Eta e Iota en 2020, cuando el país fue golpeado duramente y la respuesta estatal bajo la administración de Juan Orlando Hernández y el Partido Nacional se caracterizó por la improvisación, falta de coordinación y denuncias de corrupción en la distribución de ayuda humanitaria, el actual gobierno ha puesto en práctica un modelo de gestión de riesgo basado en la prevención y la transparencia.

Mientras en la administración anterior se evidenció negligencia y desorganización, dejando a miles de familias sin asistencia oportuna y sin reconstrucción efectiva en los años posteriores, el gobierno de Castro ha priorizado la planificación anticipada, el monitoreo constante del fenómeno climático y la movilización temprana de recursos para evitar tragedias mayores.

La presidenta Castro ha insistido en que “la vida de las personas es lo primero”, ordenando mantener activos los comités de emergencia locales, reforzar la comunicación con las comunidades y garantizar el acceso inmediato a refugios seguros.

En este contexto, el actual manejo de la emergencia no solo contrasta con la inacción y el abandono institucional del pasado, sino que marca una nueva etapa en la gestión pública, donde la responsabilidad, la empatía y la eficiencia son pilares en la atención a desastres naturales.