El candidato presidencial del Partido Liberal, Salvador Nasralla, se encuentra en el centro de una fuerte y nueva polémica por lo que lo tildan de «vendepatria» tras intensificar su acercamiento al gobierno de Estados Unidos, un movimiento que ha desatado críticas por la percibida injerencia extranjera en asuntos internos de Honduras.
La controversia se agudiza al conocerse su cercanía con legisladores y actores de la administración de Donald Trump que apoyaron la cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para hondureños y que es seguro que seguirán dañando a la comunidad migrante en ese país.
«Crear la necesidad para luego ser el salvador»
La situación escaló hoy luego de que Nasralla fuera visto en un acto público en Estados Unidos, participando en la presentación del proyecto de ley «Dignidad» de la congresista María Elvira Salazar.
Salazar es una aliada clave de Nasralla y un grupo de miembros del bipartidismo con quienes solicitó hace unos meses la suspensión del TPS para hondureños.
Esta acción fue interpretada por muchos como un intento de castigar al pueblo hondureño y desestabilizar la actual administración del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), liderada por la presidenta Xiomara Castro.
Hoy el candidato “payaso”, busca salir con caballo blanco apoyando una ley que ante el daño ocasionado, ahora busca ser la salvación de nuestros compatriotas.

La IA reveló su verdadero yo: “ignorante gringuero”
Otro episodio que avivó las críticas y reforzó la percepción de su afiliación al «trumpismo gringuero» fue una reciente publicación en su cuenta de X (anteriormente Twitter).
En un mensaje sobre la crisis del Consejo Nacional Electoral (CNE), Nasralla rechazó las protestas convocadas por el Partido Libre y, fiel a su retórica anticomunista, acusó al gobierno de buscar perpetuarse en el poder, al estilo de Venezuela, Cuba y Nicaragua. «Honduras no está en venta. Honduras: te amo y te defenderé», escribió.
Sin embargo, lo que generó mayor revuelo y burlas fue la imagen que acompañaba su mensaje: una representación de sí mismo, generada por inteligencia artificial, con un pin de la bandera de Estados Unidos en el pecho y el nombre de Honduras mal escrito en la parte inferior.
La publicación desató una avalancha de críticas y desconcierto, incluso entre algunos de sus seguidores.
Ante la controversia, Nasralla borró la publicación sin dar explicaciones y la volvió a subir, eliminando el error ortográfico y el pin de la bandera estadounidense.
Este incidente ha puesto en tela de juicio su independencia y ha alimentado el debate sobre la soberanía nacional frente a las relaciones internacionales.

