Otro sector de la Iglesia se revela  ante los intereses de la Confraternidad Evangélica y la Conferencia Episcopal de Honduras, se trata de la Conferencia Evangélica de las Asambleas de Dios, quienes publicaron un comunicado oficial en el que marca distancia de las manifestaciones promovidas recientemente por la Confraternidad Evangélica de Honduras y respaldadas públicamente por la Conferencia Episcopal.

El pronunciamiento surge luego de que distintos sectores de la sociedad cuestionaran la participación de líderes religiosos en actos políticos abiertos, en particular la caminata organizada por la Confraternidad Evangélica, que ha sido interpretada por muchos como una acción con fuertes tintes opositores al gobierno que dirige la presidenta Xiomara Castro.

En el documento, las Asambleas de Dios subrayan que su postura como organización es estrictamente neutral, destacando que su misión como iglesia es predicar la Palabra de Dios y no inmiscuirse en luchas ideológicas o partidarias.

“Nuestra postura es neutral”, afirma el comunicado, haciendo un llamado explícito a sus pastores y congregaciones a no involucrarse en marchas, protestas o cualquier actividad que pueda ser entendida como una intervención política.

Además de marcar una clara distancia con el enfoque adoptado por otras organizaciones religiosas, la Conferencia expresó su descontento por no haber sido tomada en cuenta en la toma de decisiones por parte de la Confraternidad Evangélica, a pesar de estar afiliada y contar con más de 1,600 iglesias en todo el país, 85 años de presencia en Honduras y una membresía cercana a las 500 mil personas.

“A pesar de ello no fuimos tomados en cuenta ni consultados en la toma de esta decisión”, lamentaron.

El comunicado también enfatiza que los pastores y líderes deben actuar como pacificadores y orientadores, no como agitadores o actores políticos. En esa línea, cita un versículo bíblico para recordar a sus miembros el compromiso con la legalidad y el civismo:

“Cumpliré con mis deberes ciudadanos, sin inmiscuirme en rebeldías políticas…”.

Asimismo, invitan a proclamar la oración como herramienta principal para interceder por las autoridades gubernamentales y la nación, reiterando su desapego a cualquier agenda que pueda quebrantar su enfoque misional.

Este comunicado se suma a otras expresiones similares de iglesias evangélicas independientes que en días anteriores también señalaron su desacuerdo con la utilización del púlpito y la fe como plataforma para influir en decisiones políticas.