A pocos meses de las elecciones generales de noviembre de 2025, el bipartidismo hondureño, representado por el Partido Nacional y el Partido Liberal, ha comenzado a impulsar un sistema de transmisión de resultados electorales. Que según diversos expertos y funcionarios, representa un grave retroceso democrático y la reedición de los fraudes de 2013 y 2017.
La preocupación se centra en una propuesta de modificación al mecanismo de transmisión de resultados por parte de las consejeras del Consejo Nacional Electoral (CNE), Ana Paola Hall y Cosette López, representantes del bipartidismo en el máximo órgano electoral.
La nueva propuesta permite la intervención humana como filtro previo a la divulgación de resultados, lo cual, según denuncias, abre la puerta a una manipulación directa de actas electorales.
EL ANTECEDENTE DE 2017
El Plan Batson, dirigido por Juan Orlando Hernández y que Hall y López pretenden reinstaurar es el mismo que fue utilizado en las elecciones de 2017, cuando el entonces magistrado David Matamoros Batson, con el respaldo del exmagistrado liberal Erick Rodríguez, paralizó la divulgación de resultados al detectar que no favorecían al candidato oficialista Juan Orlando Hernández.
Más de 4 mil actas fueron enviadas a reconteo especial y posteriormente alteradas, consumando uno de los fraudes electorales más graves en la historia democrática de Honduras.
Según el exmagistrado del TSE Marco Ramiro Lobo, este mecanismo “genera certeza de fraude” y representa un peligro inminente para la estabilidad electoral del país. “Estamos al borde de generar una situación crítica sin necesidad. Con este sistema, un grupo de personas decidirá qué actas se difunden y cuáles se archivan, igual que en 2017”, advirtió Lobo en una entrevista televisiva.
Lobo recordó que, en el proceso de 2017, Matamoros Batson ordenó detener el conteo cuando la Alianza de Oposición superaba por cinco puntos al Partido Nacional, para luego revertir los resultados mediante el conteo manipulado de actas seleccionadas arbitrariamente.
MARLON OCHOA: VOZ VALIENTE QUE SE OPONE AL PLAN FRAUDULENTO
El actual consejero del CNE, Marlon Ochoa, ha denunciado públicamente este intento de imposición del sistema fraudulento. “Lo que pretenden es implementar un mecanismo que ya demostró ser peligroso y manipulable. Rechazamos categóricamente esta intención que vulnera la voluntad popular”, expresó Ochoa.
Por su parte, el secretario de Finanzas, Christian Duarte, también se sumó a las denuncias, recordando que el problema de fondo es el intento del bipartidismo de repetir la fórmula del fraude del 2017. “No se trata de quién tiene más votos en el pleno del CNE, sino de que el sistema permitiría ocultar o manipular actas antes de que sean divulgadas”, señaló Duarte.
Las denuncias apuntan a que el Partido Nacional y el Partido Liberal actúan coordinadamente para garantizar un control político del proceso electoral, tal como ocurrió en años anteriores. Las reformas propuestas revivirían un esquema donde las actas generadas en las Juntas Receptoras de Votos pasan primero por una revisión humana antes de ser transmitidas públicamente.
El bipartidismo quiere repetir el mismo libreto: paralizar el conteo cuando los resultados no les favorecen y manipular el resto de las actas desde una mesa especial.
Las voces críticas coinciden: si se aprueba este sistema de transmisión con filtros humanos, Honduras corre el riesgo de una nueva crisis electoral como las vividas en 2013 y 2017. La historia podría repetirse, pero esta vez con pleno conocimiento de sus riesgos y consecuencias.
El llamado desde diversos sectores es a impulsar un sistema automatizado, transparente y libre de intervención humana, que garantice el respeto a la voluntad popular y fortalezca la democracia.
