El Programa Nacional para la Reducción de Pérdidas (PNRP) de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, dio un importante paso en la modernización y control del sistema eléctrico del país. Con la instalación de 3,941 medidores inteligentes de tecnología AMI centralizada en 30 zonas residenciales de alta plusvalía a nivel nacional.
Esta inversión, que supera los 43.9 millones de lempiras, es parte de la política gubernamental de recuperación de la ENEE y de lucha contra el fraude eléctrico. Medida que busca fortalecer las finanzas públicas y garantizar un servicio eléctrico sostenible y justo para todos los hondureños.
Según datos oficiales, gracias a estos proyectos la reducción de pérdidas técnicas y no técnicas en las zonas intervenidas ha sido significativa: de un 40% a apenas un 4%, evidenciando el impacto positivo de esta tecnología en la recuperación de energía sustraída de manera ilegal.
Los medidores AMI centralizados fueron instalados principalmente en ciudades como San Pedro Sula que concentra el 18% de las pérdidas nacionales, así como en Tegucigalpa, La Ceiba, Comayagua, Choluteca y Olancho. Estos equipos permiten una supervisión remota, detectan intentos de manipulación, miden consumo en tiempo real y pueden incluso desactivarse automáticamente en caso de irregularidades.
Además de la instalación de medidores, los proyectos incluyeron modernización de redes eléctricas, sustitución de postes, reubicación de transformadores y mejoras en la infraestructura general, garantizando mayor eficiencia y seguridad.
La meta del gobierno de LIBRE es cerrar 2025 con más de 9,000 medidores AMI instalados. En un esfuerzo por reducir el déficit operativo y asegurar un suministro eléctrico confiable, como parte de la transformación energética impulsada desde el Ejecutivo.
Este programa refleja el compromiso del gobierno con la transparencia, la eficiencia y la defensa de los recursos públicos, combatiendo frontalmente las conexiones ilegales y el hurto de energía que históricamente han afectado a la estatal eléctrica.
