Sabias que la Comuna de París, fue la primera experiencia del Gobierno socialista de Francia en (1871).
Durante 72 jornadas el pueblo abrió las puertas ante una clase de dirigentes que había llevado a una guerra catastrófica en dicho país.
Los trabajadores y trabajadoras de París en aquella época tomaron la decisión de hacer sus propias barreras, estableciendo su propio gobierno con sus propios principios democráticos tratando de resolver los problemas que había creado la clase gobernante de París.
¿Qué es la Comuna de París?
El Manifiesto Comunista de Marx y Engels aboga por una lucha obrera internacional para derribar la sociedad burguesa basada en la explotación. Y propone un nuevo orden donde reine la libertad y la abundancia, eliminando miserias y discriminaciones.
La experiencia de la Comuna de París se presenta como una forma política de transición al comunismo, destacando la necesidad de una dictadura del proletariado para desafiar la opresión burguesa.
Asimismo, la brutal represión de la Comuna por parte de la burguesía revela su objetivo estratégico de liquidar la posibilidad de revolución durante varias generaciones, como se evidencia en masacres posteriores contra la clase obrera en el siglo XX, como en Chile y Argentina en los años 70.
La Comuna París | 18 marzo 1871 – 28 mayo 1871
La Comuna de París, dejó un legado perdurable en la historia política y social de Francia y del mundo. Al establecer la Democracia directa como forma de gobierno, puso fin al absolutismo político en Francia, abriendo paso a nuevas formas de participación política y a la integración de las mujeres en la vida política, sentando así las bases para el mundo moderno.
Este movimiento insurreccional de las clases oprimidas no solo derribo el poder establecido, sino que también estableció el primer gobierno proletario del mundo, planteando la posibilidad de una sociedad organizada desde abajo hacia arriba.
El carácter espontáneo de la Comuna permitió la implementación de importantes medidas para garantizar derechos fundamentales, como la educación, la sanidad, la vivienda, la justicia y el trabajo digno para todas las personas.
La influencia de la Comuna de París trascendió fronteras, inspirando movimientos revolucionarios en Rusia y China, y propiciando cambios en las formas de gobierno en Europa.
Sus ideales reformistas sentaron las bases del Estado de Bienestar en varios países, marcando el camino hacia un sistema político fundamentado en la democracia participativa como eje de la administración política y social.

