Ante el fraude electoral denunciado en estas elecciones de 2025 en Honduras, distintos sectores sociales y políticos han alertado sobre la necesidad de defender la democracia ante la amenaza del bipartidismo. 

La jornada electoral, marcada por irregularidades señaladas por observadores nacionales y reclamos, revive temores históricos asociados a procesos en los que la voluntad popular ha sido vulnerada tal y como ocurrió en 2013 y 2017. En un país con una larga tradición de lucha social, estos hechos han encendido nuevamente el debate sobre la transparencia institucional y la defensa del voto ciudadano.

Voces dentro del país han denunciado presiones y acciones indirectas provenientes de Estados Unidos, lo que ha aumentado la tensión y reforzado el llamado a que sea el propio pueblo hondureño quien decida su destino sin intervenciones externas. En este ambiente, las demandas de respeto a la soberanía y la democracia se han vuelto centrales.

El pueblo hondureño ha sido convocado por el Partido Libre a salir a las calles para defender la democracia y derrotar, mediante la movilización pacífica, el fraude electoral y toda forma de injerencia extranjera en los asuntos internos del país. La dirigencia política sostiene que la defensa del voto debe realizarse con firmeza, pero también con responsabilidad y unidad popular.

Es el pueblo hondureño, con su lucha, convicción y valentía, el actor clave para hacer justicia y salvaguardar la democracia frente a quienes ya la han violentado en varias ocasiones. 

En este momento decisivo, la fuerza colectiva y la participación activa se presentan como las herramientas fundamentales para asegurar que prevalezca la voluntad soberana del pueblo.