El cobarde y prófugo de la justicia Romeo Vásquez Velásquez, ex jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras (FF.AA.), se convirtió en un hombre que genera repulsión y desprecio.
Actualmente el golpista que alguna vez fue un hombre de poder, se oculta como el miserable que es, huyendo del daño ocasionado al pueblo hondureño.
Vásquez Velásquez, el hombre que lideró el Golpe de Estado en 2009 derrocó inconstitucionalmente al presidente Manuel Zelaya, hoy se esconde de la ley, como el miserable que es.

Después de reprimir a miles de hondureños en uno de los actos más condenables en la historia reciente del país, su fuga es el reflejo de su cobardía.
El daño que causó es incalculable: violó la democracia, vulneró los derechos humanos y sembró el caos en el país, todo con la arrogancia de un hombre que pensaba que podía actuar sin consecuencias.
Pero la justicia no olvida, y aunque él trate de escapar a su destino, el pueblo no le perdonará sus crímenes.
La desaparición de Romeo Vásquez Velásquez refleja su temor ante un pueblo que exige justicia, especialmente por mártires como Isy Obed Murillo, quienes fueron víctimas de los crímenes cometidos durante el Golpe de Estado.
Durante casi 15 años, esta justicia les fue negada, pero la memoria y la dignidad de quienes lucharon por la democracia es el motor que impulsa la voz popular para que los responsables enfrenten las consecuencias de sus actos.
Romeo Vásquez, sin importar si se encuentra bajo tierra, en el mar o en una isla remota, será alcanzado por la justicia.
Su nombre ha quedado marcado, no por el honor de haber pertenecido a tan honorable institución, sino por la traición y el derramamiento de sangre que dejó a su paso.
Romeo, ¿Dónde estás? La justicia te busca, y esta vez no podrás escapar.

