La familia del alcalde de San Pedro Sula Roberto «El Pollo» Contreras ha logrado colocarse simultáneamente en puestos clave del Estado, configurando lo que en la práctica ya es señalado como una dictadura familiar desde la zona norte del país.
El alcalde Roberto Contreras aseguró su reelección para un segundo período con el Partido Liberal y convirtió el proceso electoral en un reparto interno de cargos, extendiendo su influencia más allá de la municipalidad.
Su esposa, Zoila Arcadia Santos figura como diputada propietaria al Parlamento Centroamericano (PARLACEN) en la posición 16 de la papeleta liberal que acompaña la candidatura presidencial de Salvador Nasralla.
En esa misma fórmula aparece el yerno del alcalde, Steve Adolfo Fajardo Vargas, como diputado suplente, asegurando presencia familiar doble en un órgano ampliamente cuestionado por servir como refugio político.
El nepotismo no termina ahí. Rolando Contreras Mendoza, hermano del edil sampedrano, estaría asegurando un curul en el Congreso Nacional por Cortés, esta vez desde el PINU, demostrando que la estrategia del clan no responde a ideología, sino a control de espacios, incluso cruzando partidos cuando conviene.
En el ámbito local, Christopher Josué Fajardo Vargas, hermano del yerno de Contreras, integra la planilla liberal como regidor de la Corporación Municipal de San Pedro Sula, cerrando el círculo de poder dentro de la misma ciudad.
Alcaldía, Congreso Nacional, PARLACEN y Corporación Municipal quedarían así bajo la influencia directa y control de Roberto Contreras.
Mientras el discurso público insiste en transparencia, alternancia y renovación. En la práctica, San Pedro Sula avanza hacia un modelo de control político de la misma familia.
