Gracias a los subsidios en la energía eléctrica y los combustibles, miles de hogares hondureños han podido mantener sus gastos bajo control. Esto ha sido clave para que los productos básicos como los granos, las verduras y las frutas sigan siendo accesibles.
Solo datos oficiales, en el último año, el gobierno destinó más de 11,000 millones de lempiras para ayudar a cubrir parte del costo del combustible y de la factura eléctrica de más de 900 mil familias de escasos recursos.
Según datos del Banco Central de Honduras, estas medidas ayudaron a reducir la inflación en un 0.35%. En comparación con el año anterior, el aumento de precios bajó casi 10 puntos porcentuales, siendo un cambio importante.
Uno de los beneficios a sido el impacto en los mercados, ya que, las familias pueden comprar frijoles, maíz, huevos y otros alimentos esenciales a precios accesibles. Aliviando el bolsillo y evitando que deban sacrificar otras necesidades como salud, educación o transporte.
Este apoyo no es casual. Es el resultado de una promesa de campaña de la presidenta Xiomara Castro. Los subsidios no son solo una ayuda temporal, es una señal clara de que el Estado está presente y cumpliendo, buscando soluciones a largo plazo.

