Después de décadas de abandono ambiental y políticas impuestas sin consultar a las comunidades, el gobierno de la Presidenta Xiomara Castro marca un antes y un después en la gestión ambiental del país.
Este 21 de julio, el Instituto de Conservación Forestal (ICF), liderado por su director Luis Soliz, firmó el Plan de Manejo del Parque Nacional Marino Islas de la Bahía, un acuerdo histórico que garantiza la conservación de los ecosistemas marinos, el desarrollo sostenible y la protección de los medios de vida de las comunidades locales.
Este plan no se hizo desde una oficina en Tegucigalpa. Se construyó con las voces y manos del pueblo: pescadores artesanales, líderes garífunas, operadores turísticos, alcaldes del archipiélago, la Cámara de Comercio local y organizaciones sociales. Por primera vez en más de 20 años, un gobierno incluyó en el diseño de políticas ambientales a quienes viven, cuidan y dependen directamente del mar.
“Este acuerdo es una muestra de lo que significa gobernar con justicia social y ecológica. No más concesiones privadas a espaldas del pueblo”, expresó Luis Soliz al momento de la firma.
TURISMO SÍ, PERO RESPONSABLE; PESCA SÍ, PERO SOSTENIBLE
El Plan de Manejo no solo prioriza la conservación ambiental. Establece reglas claras para frenar la sobreexplotación pesquera, regula el crecimiento turístico y fomenta un modelo de desarrollo que respete el entorno natural y la cultura local.
Además, el plan protege los derechos ancestrales de las comunidades isleñas y garífunas, reconociendo su papel como guardianes del territorio. Esta visión rompe con el viejo modelo extractivista y abre paso a un enfoque de soberanía ambiental donde el pueblo tiene voz y voto.
Este avance se enmarca en el proyecto de refundación nacional que impulsa el gobierno del Partido LIBRE, demostrando que el desarrollo no tiene por qué significar destrucción ambiental.
Desde el inicio de su mandato, la Presidenta Xiomara Castro ha reiterado que la protección del ambiente es parte de su agenda central, junto con la defensa de los territorios y los derechos colectivos.
“La refundación también es verde, inclusiva y popular”, reiteró el ICF en su comunicado oficial.
Hoy, las Islas de la Bahía no solo representan un paraíso turístico, sino también un modelo de cómo el Estado puede trabajar de la mano con las comunidades para proteger lo que realmente importa: el agua, la vida, la identidad y el futuro.
Este plan es una señal clara: Honduras está apostando por una nueva forma de gobernar sus recursos naturales. Y lo está haciendo con el pueblo al frente.
