El Crecimiento Económico en Honduras: oportunidades para la inversión bajo el Gobierno de Xiomara Castro

Honduras, un país que ha enfrentado retos económicos a lo largo de los años, está experimentando una transformación en su panorama de inversión. Con la llegada al poder de la Presidenta Xiomara Castro en 2022, el país ha adoptado una serie de reformas y políticas que buscan estabilizar y dinamizar la economía, con especial atención a sectores clave como la industria textil.

1. El contexto económico de Honduras y las reformas del Gobierno de Xiomara Castro

La economía de Honduras ha enfrentado altibajos en las últimas décadas, pero la administración de Xiomara Castro se ha propuesto cambiar esa dinámica. Uno de los mayores desafíos del país ha sido atraer Inversión extranjera directa (IED) de manera estable y sostenida, especialmente en sectores clave como la manufactura y el textil.

La industria manufacturera, especialmente en el sector textil, ha sido un motor importante para la economía hondureña. Sin embargo, a lo largo del período 2014–2024, esta industria experimentó fluctuaciones en la inversión extranjera. Si bien se observó un periodo de estabilidad entre 2014 y 2016, la crisis política interna y factores externos, como la pandemia de COVID-19, impactaron negativamente en la inversión entre 2019 y 2020. A pesar de estos obstáculos, el sector textil ha mostrado una notable capacidad de recuperación, y el gobierno de Castro ha logrado generar un entorno más atractivo para la inversión.

2. Condiciones favorables para la inversión en Honduras

Una de las principales prioridades del Gobierno de Xiomara Castro ha sido mejorar las condiciones para la inversión en Honduras, especialmente en el sector manufacturero. Las políticas implementadas han sido clave para fortalecer la confianza de los inversionistas y asegurar un entorno económico más estable.

  • Estabilidad política y económica: la administración de Xiomara Castro ha trabajado para fortalecer las instituciones y promover la transparencia, lo que ha ayudado a mejorar la estabilidad política en el país. Esta estabilidad es esencial para atraer inversión, especialmente en tiempos de incertidumbre global.
  • Incentivos fiscales y Zonas Francas: se han respetado las zonas especiales dónde opera la industria textil, sin que esto represente un detrimento para la soberanía del país, y la reforma que plantea el Gobierno para revisar las exoneraciones fiscales –Ley de Justicia Tributaria– promueve la generación de empleo.
  • Infraestructura en expansión: el gobierno ha invertido en la mejora de la infraestructura logística, incluyendo puertos, carreteras y redes de telecomunicaciones, lo que facilita la conexión de Honduras con mercados internacionales y mejora la competitividad del país en el comercio global.

3. El sector textil en Honduras

El sector textil es uno de los motores más importantes para la economía hondureña. Con más de 100,000 empleos directos en la industria, Honduras se ha consolidado como uno de los principales exportadores de ropa y textiles, especialmente hacia los Estados Unidos, el principal socio comercial del país. La industria textil no solo es una fuente de empleo, sino que también genera una significativa cantidad de divisas a través de sus exportaciones.

La inversión en el sector textil ha mostrado una tendencia de crecimiento desde 2021, a pesar de los desafíos anteriores. Durante el período de 2014 a 2020, la inversión extranjera en la industria textil fluctuó considerablemente. En 2017, se observó una caída en la inversión de 35.5 millones de dólares, seguida de una leve recuperación en 2018. Sin embargo, la verdadera recuperación llegó en 2021, con una inversión de 42 millones de dólares. Este repunte se consolidó en 2022, cuando la inversión aumentó a 95.9 millones de dólares, y en 2023, alcanzó su punto más alto con 426.5 millones de dólares, lo que refleja un aumento notable en la confianza de los inversionistas.

Este crecimiento puede ser atribuido a varias políticas implementadas por el Gobierno de Xiomara Castro, como la mejora en las condiciones laborales, la atracción de nuevas inversiones extranjeras y el fortalecimiento de los acuerdos comerciales, como el CAFTA-DR, que ofrece acceso preferencial al mercado estadounidense para productos textiles de Honduras.

4. El cierre de fábricas: contracción del mercado estadounidense

Es importante señalar que el cierre de algunas fábricas textiles en Honduras no debe ser interpretado como una consecuencia directa de las políticas del gobierno, sino como parte de un proceso global de reestructuración de la industria. Un ejemplo claro de esto es el cierre de dos plantas de Fruit of the Loom en Honduras, que forma parte de una reestructuración global de la empresa. De hecho, la compañía también cerró operaciones en El Salvador y un centro de distribución en Carolina del Sur, EE. UU. Estos cierres responden a la necesidad de optimizar la red de producción y distribución, en un contexto de cambios en la dinámica del mercado estadounidense y el fuerte aumento de importaciones desde Asia. Este fenómeno refleja una tendencia más amplia en la industria textil global, en la que los proveedores de países con menores costos de producción, como Bangladesh, están ganando competitividad.

No obstante, este tipo de cierres debe verse en el contexto de los desafíos estructurales de la industria, no como una consecuencia exclusiva del gobierno de Castro. De hecho, en 2025, mientras algunos cierres ya estaban proyectados debido a factores externos, Honduras ha experimentado un repunte en la llegada de inversión extranjera nueva, lo que refleja la capacidad del país para adaptarse y seguir siendo atractivo para ciertos sectores.

Aunque el cierre de fábricas representa un golpe al empleo y a la industria textil nacional, también abre la oportunidad para reflexionar sobre cómo diversificar la economía, modernizar la industria y fomentar nuevas inversiones sostenibles. La llegada de nuevas inversiones en 2025 demuestra que el país sigue siendo atractivo para ciertos sectores, pero debe actuar con visión de futuro para adaptarse a las exigencias del mercado internacional, fortalecer la formación de la mano de obra y apoyar a sectores productivos emergentes.

5. Perspectivas a futuro

A pesar de los avances, el sector textil aún enfrenta desafíos. En 2024, la inversión en la industria manufacturera sufrió una caída significativa a 129 millones de dólares, lo que indica que el sector sigue siendo vulnerable a factores internos y externos, como la incertidumbre económica global o las fluctuaciones en los precios de las materias primas.

El principal reto para el gobierno y los inversionistas será mantener la confianza en el sector, evitar nuevas caídas y crear un entorno predecible y competitivo que asegure el crecimiento sostenido de la industria textil y otros sectores clave de la economía.

El gobierno de Xiomara Castro ha logrado crear condiciones favorables para la inversión en Honduras, lo que ha permitido un repunte significativo en sectores clave como el textil. A través de políticas fiscales, estabilidad política y mejoras en infraestructura, el país ha logrado atraer inversión extranjera, lo que ha contribuido al crecimiento económico y la creación de empleo. Sin embargo, el reto será mantener estas condiciones a largo plazo para consolidar el crecimiento y asegurar un futuro económico más próspero para Honduras.



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