Honduras enfrenta desafíos profundos en pobreza, desigualdad y falta de oportunidades heredados por años de saqueo y corrupción por parte del bipartidismo.

Uno de los factores que limita el desarrollo es la insuficiente recaudación de recursos públicos para financiar educación, salud, infraestructura y programas sociales.

En este contexto, la Ley de Justicia Tributaria surge como una herramienta clave para fortalecer el sistema fiscal del país y mejorar las condiciones de vida de la población.

Esta ley busca que quienes más tienen contribuyan de manera proporcional, cerrando vacíos legales que permiten la evasión y elusión de impuestos. Al garantizar una recaudación más justa y eficiente, el Estado podría contar con fondos adicionales para invertir en servicios públicos.

Además, una política tributaria equitativa promueve la transparencia y la confianza ciudadana, ya que asegura que todos los contribuyentes cumplan con su responsabilidad y que los recursos se utilicen de manera responsable.

En síntesis, la Ley de Justicia Tributaria no es solo una reforma económica, sino una apuesta por el bienestar social. Su implementación permitiría a Honduras avanzar hacia un modelo de desarrollo más justo, con oportunidades para todos y una reducción real de la pobreza.