El escrutinio especial que se desarrolla en el Centro Logístico Electoral (CLE), ubicado en las instalaciones del Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP), dejó de ser un proceso de verificación técnica para convertirse en un escenario de denuncia criminal, como parte del megafraude que ha denunciado el consejero del Consejo Nacional Electoral (CNE) Marlon Ochoa.
Diversos sectores han alzado la voz tras descubrirse miles de «papeletas planchadas», un término que delata votos que presuntamente nunca pasaron por las manos de un ciudadano en las urnas.
La inconsistencia es física y evidente: el diseño de seguridad de la elección exige que cada papeleta sea doblada dos veces para poder ser introducida en la ranura de la urna.
Sin embargo, en el conteo actual han aparecido fajos de documentos totalmente lisos y sin rastro de manipulación previa, con la apariencia de haber salido recientemente de la imprenta.
Evidencia en vivo: «Votos con almidón» en escrutinio especial
La tensión aumentó cuando, a través de la transmisión en tiempo real del escrutinio, se captó a miembros de las Juntas Receptoras de Votos (JRV) doblando papeletas nuevas frente a las cámaras, presuntamente para ocultar la falta de marcas de uso y darles una apariencia de legitimidad que no tenían al salir de la maleta electoral.
El excanciller y candidato de LIBRE, Eduardo Enrique Reina, ironizó sobre la pulcritud de los documentos en su cuenta de X: «Esta elección es tan profesional que los votos salen planchados con almidón. Se parece mucho a 2017. Por eso no querían voto por voto. Han de pedir los votos por Temu».
Esta elección es tan profesional que los votos salen planchados con almidón. Se parece mucho a 2017. Por eso no querían voto por voto. Han de pedir los votos por Temu. pic.twitter.com/LfXOejJnNA
— Enrique Reina (@EnriqueReinaHN) December 19, 2025
Por su parte, el candidato presidencial del Partido Liberal, Salvador Nasralla, fue tajante al compartir imágenes de las pruebas: «Ha comenzado el escrutinio especial y resulta que la foto nos demuestra que hay papeletas que no fueron dobladas… o sea urnas en las cuales se metió votos en la bodega electoral del INFOP».
Esta postura fue secundada por el abogado Ricardo Soto, quien señaló que las papeletas se ven «bien aplanchadas» y sin señas de haber sido manipuladas ni siquiera por el votante.
Desajuste aritmético e indicios de manipulación
La denuncia también se ha extendido al plano digital. El dirigente de LIBRE, Carlos Estrada, alertó sobre una falla crítica o manipulación directa en el portal de resultados del CNE, señalando que la suma de los votos nominales alcanza los 7,040,159 sufragios, una cifra que resulta inverosímil frente a la base de votantes del país.
«Cuando termine vamos a votar como 20 millones de hondureños. URGE EL VOTO X VOTO», sentenció.
En esta misma línea, el dirigente Roberto Mosier denunció que esta manipulación confirma que opera una «maquinaria fraudulenta» vinculada al Partido Nacional, utilizando la misma estructura criminal que, según él, encabezó el exmandatario Juan Orlando Hernández.
El proceso bajo sospecha
Para el analista Héctor Soto, el conflicto no radica en el acto de contar, sino en lo que el ejercicio está revelando.
Soto destacó que, tras el inicio de la verificación, la diferencia entre Nasry Asfura y Salvador Nasralla se redujo del 1.35% al 1.00%, lo que pone a prueba la solidez de los resultados proclamados inicialmente.
La aparición de estos indicios ha generado un clamor popular que exige la intervención inmediata del Ministerio Público, dado que la manipulación de documentos electorales constituye un delito penal.
Algunos sectores civiles ya solicitan la nulidad total del proceso, argumentando que el «megafraude» ha empañado de forma irreversible la legitimidad de la elección.
